Mérida, Marzo Viernes 29, 2024, 05:17 am
La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, que
anualmente entrega los Oscar sigue en lucha por reconquistar la popularidad
perdida. De ahí el anuncio de una nueva categoría que reconozca lo mejor entre
las películas más populares. Un nuevo apartado que se sumará a las 24
categorías existentes. Por el momento, la Academia no ha aportado más detalles,
ni qué películas podrán aspirar a este galardón ni quienes se encargarán de su
nominación y posterior selección. Pero detrás de esta noticia está la necesidad
que siente la Academia de incluir entre sus premios esas otras películas que,
desde hace años, se quedan fuera. La necesidad, por ejemplo, de que este año
Black Panther esté entre los filmes nominados.
Se trata de una decisión que ha creado polémica en el
seno de la industria, pero se veía venir. La Academia quiere frenar el rápido
declive de los galardones más populares del cine. O al menos, el declive de su
retransmisión. Aunque el Oscar sigue siendo el estándar de calidad por el que
se miden los logros en el cine, el público hace tiempo que dejó de interesarse
por una ceremonia que no refleja sus gustos. Los años en los que los Oscar
otorgaban su brillo a títulos taquilleros como Titanic (11 estatuillas en
1998), Gladiator (cinco premios en 2001) o El señor de los anillos: El retorno
del rey (11 en 2004) quedaron atrás. En los últimos años, el Oscar a la mejor
película ha ido a parar a títulos como Moonlight, Spotlight o La forma del
agua, de las que nadie discute sus méritos pero han sido ignoradas por el gran
público. Sin embargo, películas taquilleras como Guardianes de la Galaxia o
Star Wars: El despertar de la fuerza pasaron sin pena ni gloria por los Oscar.
Solo fueron recordadas a la hora de premiar sus logros técnicos, haciendo oídos
sordos al gusto del público o incluso de la crítica.
La Academia intentó solucionar esta división entre
los gustos de los académicos y los del público aumentando a un máximo de diez
el número de nominados al galardón a mejor película. La decisión, tomada en
2009, fue la respuesta a la ausencia de El caballero oscuro. Una medida que
abrió las puertas a la nominación (que no la victoria) de filmes populares como
Avatar, Marte (The Martian), Origen o Mad Max: Furia en la carretera. Pero para
la última edición, la suma de la taquilla de todas las nominadas apenas llegó a
la recaudación de uno de los estrenos del año. Un reflejo, según la crítica, de
que películas como Lady Bird o Call Me By Your Name son grandes filmes para
disfrutar en los famosos screeners o vídeos que reciben los académicos en el
confort de sus casas. Pero escasamente motivan a nadie a ir al cine.
“Hemos
escuchado a aquellos que hablan de mejoras para mantener la relevancia de los
Oscar y de nuestra academia en un mundo que está cambiando”, han dicho el
presidente de la Academia, John Bailey, y el CEO, Dawn Hudson, en una carta
conjunta dirigida a los miembros con el anuncio de la nueva categoría. En el
mismo comunicado, la junta de gobernadores de la Academia subrayó que la
ceremonia se mantendrá en tres horas, después de las críticas recibidas por la
última edición, en la que el espectáculo se prolongó a cerca de cuatro. La 90ª
edición de los Oscar fue la menos vista en la historia de esta retransmisión.
La siguieron 26,5 millones de telespectadores, con una caída del 19% en su
audiencia.
Límite de tiempo
Sin embargo, este límite de tiempo choca con la adición de una categoría. La Academia está explorando la entrega de estatuillas menos populares fuera de la retransmisión, durante los cortes publicitarios, ofreciendo esta información en la Red. Quiénes escogerán qué categorías se quedan fuera de la retransmisión es otro de los enigmas. Aunque la rama de actores es la más numerosa entre los cerca de 7.000 miembros de la Academia, los diferentes grupos están representados de manera equitativa en la junta de gobernadores. Y aquellos que pertenecen a las categorías técnicas suelen estar más involucrados con el día a día de la Academia que los actores, la cara más visible de la organización.
Con todo, las críticas no han tardado en escucharse. Como asegura el crítico Steve Pond, la Academia pone en peligro su credibilidad. "Asusta que por primera vez parece dispuesta a considerar la popularidad como un criterio de selección tras 90 años hablando de arte". Los miembros también se han dejado oír, algunos desde el anonimato, criticando este populismo que va en contra de todo lo que han defendido, preocupados con una buena retransmisión en lugar de defender la excelencia del cine. Y otros, como el director Jorge Gutiérrez, expresó su preocupación desde Facebook. "Me temo que los cortos de imagen real, documental y animación quedarán fuera de la ceremonia", se lamentó el realizador de El libro de la vida. "Personalmente, creo que necesitamos pensar en una ceremonia en streaming o no tenemos futuro". EP