Mérida, Abril Jueves 18, 2024, 10:51 pm
El tenista serbio Novak Djokovic doblegó (6-4, 6-4)
con autoridad al suizo Roger Federer este domingo para alzar el torneo de
Cincinnati, séptimo Masters 1.000 de la temporada y único que le faltaba para
convertirse en el primer campeón de los nueve. Además, con este triunfo ha
subido hasta el puesto número seis de la clasificación mundial, cuatro
posiciones arriba con respecto a la semana pasada.
El Golden Masters eleva a un Nole cada vez más de
vuelta, como ya comenzara a dejar claro hace un mes ganando su 13º Grand Slam
en la hierba de Wimbledon. Cinco años después de conquistar en Montecarlo el
penúltimo, el serbio completó un pleno único, que comenzó en 2007 ganando los torneos
de Miami y Canadá.
Un objetivo que, sin duda, dio un plus de motivación
al de Belgrado, que no dio opción a un Federer incómodo. El suizo no estuvo a
su nivel ni a uno aceptable para competir con un Djokovic que alzó su segundo
título de la temporada, el 70 de su carrera para llegar lanzado al US Open,
cuando comenzó el año lleno de dudas.
El serbio se ha repuesto a la recurrente lesión en el
codo y la falta de energía y motivación que le dejó cerrar el Grand Slam con el
Roland Garros en 2016. Ahora, devora de nuevo sobre la pista y genera ese
respeto que le pesó al mismísimo Federer, quien había ganado las siete finales
que había jugado en la cita de Ohio.
Por contra, cinco había perdido Djokovic, un
aliciente más para esa hambre palpitante con la que fue sacando del partido al
suizo. La final comenzó con dos bolas de break para el de Belgrado, que
finalmente rompió a su rival en el séptimo juego, tras una doble falta de un
Federer mucho más inseguro que el resto de la semana.
Nole mejoró prestaciones, en especial con su saque, con lo visto en el torneo, pero notó también la presión en el segundo set. El de Basilea logró romper de inicio, pero de inmediato perdió la ventaja. Djokovic aprovechó de nuevo en el séptimo juego, con otra doble falta del suizo, para apuntarse un clásico que no se jugaba desde Australia 2016 y en el que se escapa con 22-24.
EL PAÍS