En este país, en los últimos tiempos para no decir
siempre, todo se toma como chiste, juerga, tomadera de pelo, burla, como el
slogan de la otrora Radio Rochela, “nada en serio todo en broma, es Venezuela,
en estos tiempos de crisis, país folklórico, en el que los que los dirigentes
políticos, algunos ya caducos aún practicantes de la vieja política y los
nuevo, que no saben donde están parados, son los propios brujos sin clientes.
De pana que sí, en lenguaje coloquial, aquí algunos
en el campo socio económico político son los propios brujos sin clientes, a la
caza de todo pero nada logran porque “son tan malos que las propias brujas se
espantan” diría mi difunta madre y mientras, el país se desquebraja en medio de
una crisis, que estos brujos de poca monta, usan para darse el echón figurón
politiquero, que los deja mal parados, cometen errores, dan pena ajena.
Venezuela pide a gritos, soluciones, propuestas
concretas, para salir adelante, eso sí, trabajando no viviendo a expensas de lo
que digan los brujos sin clientes, que nada aportan, todo lo critican, juegan
con el pueblo, mediatizándolo a su antojo, al que siempre han usado de carne de
cañón mientras ellos, se dan aspaviento, a costillas del sufrimiento y
necesidades de los demás.
Cansos de brujos sin clientes está Venezuela, mentiras no son y punto en boca.