La situación de crisis por la que atraviesa Venezuela
es un tema que despierta total y absoluto interés para la Universidad de Los
Andes, más aún cuando el sector universitario ve cada día más disminuida su
capacidad de responder con toda su infraestructura instalada a los jóvenes
venezolanos quienes aspiran ingresar a sus aulas, así como a aquellos que ya
cursan sus estudios.
En tal sentido, los miembros del Consejo
Universitario, reunidos previo al reintegro después del periodo vacacional,
decidieron convocar a una asamblea general a todos los sectores que conforman
la Universidad de Los Andes, a fin de conocer de la voz de los propios actores
la situación real en la que se encuentra cada uno en el momento actual, en una
actividad que logró concentrar a las autoridades de la ULA, al igual que a sus profesores, estudiantes, personal
administrativo y obrero quienes dieron a conocer en nivel de decadencia en el
que se encuentra cada sector que integra la ULA.
La asamblea general inició con tres discursos
centrales, el primero de los cuales correspondió al rector de la Universidad de
Los Andes, profesor Mario Bonucci Rossini, quien ofreció una visión general del
estado actual de la institución que dirige, el cual fue seguido por el profesor
Virgilio Castillo, presidente de la Asociación de Profesores de la ULA, y
finalmente el presidente de la Federación de Centros Universitarios de la
institución, bachiller Jorge Arellano.
Unidad y agenda para lograr el cambio
El rector de la Universidad de Los Andes, profesor
Mario Bonucci Rossini, agradeció la presencia de los universitarios y de los
representantes de los factores políticos que hacen vida en la ciudad de Mérida,
pues consideró que la participación de ambos factores podría definir, en buena
medida, el rumbo de la lucha de los universitarios por un nuevo país y una
nueva universidad que reclama salarios y presupuestos justos, además de
seguridad social, becas y transporte estudiantil, entre otros.
“Estamos en
presencia de un socialismo que nos ha llevado al hambre y la miseria, que nos
obliga a cambiar la conducta de lucha, la cual debe ser necesariamente cambiar
este sistema de Gobierno, su forma de ver al mundo y de gobernar a Venezuela”.
El rector presentó tres propuestas básicas a la
asamblea. La primera fue que este jueves 27 de septiembre se inicien reuniones
en cada una de las dependencias universitarias y en cada facultad, para que se
defina una agenda local de lucha que mantenga activo a los universitarios y la
universidad “porque cerrada lo que se le hace es un favor al Gobierno, no
estamos de acuerdo con paros, ni con huelgas, salvo que la huelga sea
concertada de manera general entre todas las universidades, el sector
productivo y que acordada de una manera unitaria”.
En segundo lugar, dijo la máxima autoridad que lo gremios han solicitado organizar una marcha en la ciudad de Mérida, y en tercer lugar, consideró necesaria la unidad de los factores políticos que para el momento trabajan por el país, como el Frente Amplio Único y Soy Venezuela, a fin de que diriman diferencias y se logre la unidad de todos los factores políticos del país, de manera tal, que puedan conducir a un cambio verdadero del sistema de gobierno del país. Respecto a los estudiantes, manifestó que son los protagonistas del cambio que pueda darse en este país.
Huelga nacional sin miedo
Por su parte el profesor Virgilio Castillo,
presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Los Andes
(Apula), dijo que la oscuridad de “esta tiranía avanza con su proceso de
destrucción de la Universidad y del país. El balance de la situación
universitaria, es un reflejo del proceso de destrucción nacional ocasionado por
la pretensión de seguir atornillando un modelo fracasado y comunista en
Venezuela, por lo que no nos queda otro camino que seguir luchando y
promoviendo la lucha para la movilización nacional como único elemento que nos
queda como demócratas para seguir adelante. La única forma que tenemos para
poder resolver esta situación, es promover la salida de Maduro, su régimen y
producir el cambio. No tenemos otra alternativa, por lo que esta universidad
rebelde, está llamada a crear esa agenda de lucha”.
Para el representante de los profesores de la ULA, la
huelga nacional es uno de los caminos que propone para derrotar y presionar a
la dictadura. “No le tengamos miedo a la huelga. La huelga no significa
quedarnos en la casa, no significa bajar la santamaría a esta universidad, por
el contrario, la huelga significa luchar, salir a la calle a defender lo que
tenemos, protestar, a eso se refiere la huelga nacional”.
“Queremos una universidad abierta”
El bachiller Jorge Arellano, presidente de la
Federación de Centro Universitarios de la ULA, manifestó que la asamblea se da
en momentos de incertidumbre y sin saber qué le depara el futuro a la
Universidad venezolana, que ha presentado distintos escenarios de lucha en
contra de este Gobierno que ha insistido en cerrar sus puestas.
“No podemos seguir hablando de lugares comunes, de eslogan sobre una lucha que hemos dado, pero que honestamente no hemos ganado. Como muestra, nuestra institución con una deserción estudiantil que ha dejado las aulas vacías, sin profesores y con gran cantidad de personal administrativo, técnico y obrero que ha renunciado, al igual que todos los universitarios buscando el sustento básico, buscando lo necesario paras sobrevivir. Los ulandinos queremos la universidad abierta. No podemos ser parte de su cierre, pero acaso ya no estamos en un cierre técnico, aulas sin estudiantes, departamentos sin profesores, laboratorio sin reactivos. No tenemos transporte, un comedor de hambre, sin servicio de salud. Ya no podemos hablar de crisis. Es claro que la Universidad colapsó, pero tampoco podemos ser ingenuos, hay que decir que el resto del país colapsó. Nuestro colapso es proporcional a la ruina del país”, dijo en sus palabras Arellano.
Yasmira Carrasquero. CNP 12405. Prensa ULA