Mérida, Noviembre Martes 12, 2024, 07:30 pm
Hyperloop, el tren supersónico del futuro que viajará
por un tubo al vacío sensorizado y alcanzará una velocidad superior a los 1.200
kilómetros por hora, ya tiene su primera cápsula de viajeros, un hito de
ingeniería que ha logrado la multinacional de origen gaditano Carbures.
Esta primera cápsula de viajeros de tamaño real del
tren del futuro será presentada el próximo martes en la planta de Carbures de
El Puerto de Santamaría (Cádiz) como «un hito empresarial nacional y mundial»
por el presidente y fundador de Carbures, Rafael Contreras, y el consejero
delegado de Hyperloop Transportation Technologies, Dirk Dirk Ahlborn.
La construcción de esta primera cápsula de viajeros
supone de hecho un gran paso para este innovador proyecto de tren supersónico
que podría cubrir en tan solo una hora la distancia entre Cádiz y Barcelona.
Será la primera vez que se vean en el mundo las
primeras estructuras del tren del futuro.
Para desarrollar este tren, basado en una idea del
visionario tecnológico Elon Musk, fundador de PayPal, la compañía espacial
SpaceX y la empresa de vehículos eléctricos de alta gama Tesla Motors, la
californiana HTT emplea a más de 800 profesionales de 44 compañías en 38 países
diferentes dentro de un proyecto cuya inversión es superior a los cien millones
de dólares.
Carbures es el único fabricante español que trabaja
en este innovador proyecto. La multinacional de origen gaditano, nacida hace 16
años dentro de una colaboración entre la Universidad de Cádiz y Airbus, se ha
convertido en un referente mundial en la ingeniería y fabricación de piezas de
la fibra de carbono para el sector aeronáutico, la automoción, la obra civil.
Carbures tiene una alianza estratégica con HTT para
desarrollar tanto el primer prototipo de una cápsula de transporte de viajeros,
que ha construido en su planta de Jerez de la Frontera y ensamblado en la de El
Puerto de Santa María, y también del prototipo del tubo por el que viajará el
tren.
Un año de trabajo
El primer prototipo de tubo se diseña para unir Dubái
con Abu Dabi, con una estructura dotada de miles de sensores que permitirán
medir cualquier deformación o estrés en los materiales y reaccionar al instante
ante cualquier anomalía, como las que se podrían derivar de las variaciones de
temperatura de hasta 50 grados que se registran en el desierto entre las dos
ciudades en la que se va a instalar.
Una de las principales bazas de Carbures frente a sus
competidoras para hacerse con estas adjudicaciones es su capacidad para
desarrollar estructuras en materiales compuestos como la fibra de carbono, un
materia que, frente al metal, ofrece una mayor resistencia y dureza, una mayor
elasticidad, una gran capacidad de aislamiento térmico y una drástica reducción
del peso (lo que, entre otras cosas, redunda en el consumo energético
necesario).
La primera cápsulas de viajeros de este tren
supersónico, en la que se lleva trabajando un año, está fabricada en un noventa
por ciento en fibra de carbono, y supone que este «tren del futuro», que podría
alcanzar los 1.220 kilómetros por hora (la barrera del sonido está en 1.234
kilómetros por hora) es ya una realidad más cercana.
El proyecto de construcción del tren tendrá más
conexiones con España ya que la empresa pública española administradora de las
infraestructuras ferroviarias (ADIF) y la estadounidense de transportes Virgin
Hyperloop One firmaron el pasado mes de agosto un acuerdo para que Málaga acoja
un centro internacional de experimentación de este revolucionario nuevo medio
de locomoción.
Se instalará en la nave de pruebas de Alta Velocidad ferroviaria de ADIF en la población de Bobadilla (provincia de Málaga).
ABC