Mérida, Febrero Sábado 08, 2025, 12:23 pm
Ángel Ciro
Guerrero
Nacida en
Tucaní, una de las capitales de municipio más hermosas, que pugnan por la
modernidad, cuyo aporte al desarrollo y crecimiento de toda la Zona
Panamericana, inmensa franja donde el esfuerzo de su gente la coloca entre las
mejores no sólo de la geografía andina sino de Venezuela entera, Martha
Hernández, Ingeniero, magíster en Economía, doctora en Ciencias
Organizacionales y profesora de la Universidad de Los Andes, en esta entrevista
define, según su opinión, los puntos centrales del acontecer político,
económico y social de la Venezuela actual.
Está clara
en cuanto a que en toda la historia desde que Venezuela se hizo república,
nunca se había dado una situación tan aguda, tan perjudicial y tan crítica como
la que se vive desde la llegada misma al poder de la revolución socialista. Una
revolución, dice, que transformó lo malo en peor y lo bueno que en el país
existía simplemente en malo. Y todo, según ella, porque llegaron al gobierno
quienes sólo tenían como única meta imponer una ideología que rechaza tres
cuartas partes del mundo, sin conocimiento alguno del adecuado manejo de la
administración que reclamaba en ese momento Venezuela.
-Esas
intenciones aunadas al abandono, ese desconocimiento, ese no saber qué hacer,
es el principal culpable de la desgracia nacional, denuncia. No se llegó con un
programa abierto, claro, sino uno estructurado sobre la base de imponer, cómo
fuese, sobre el interés nacional, su perniciosa ideología, algo por lo demás
tan reprobable como imperdonable.
Recuerda
que, “a partir de los años 50 los venezolanos llevaron adelante un proceso
democrático que generó importantes avances en lo institucional, en lo
económico, en lo político y en lo social, reconociendo que en algún momento de
la era democrática, la gran mayoría de nuestra nación sintió que los objetivos
de la clase gobernante se alejaban de los objetivos de la gente. Fue entonces
–advierte- cuando una propuesta que ocultaba un gran dolor para nuestro país
tuvo eco y fue apoyada por la mayoría, convirtiendo estos últimos 20 años en
los 20 años de mayor destrucción, de miedo, persecución y retroceso que el país
haya vivido!”.
Destaca de
estas dos últimas décadas que, “como sociedad hemos madurado, hemos entendido
los retos que imponen estos tiempos; hemos entendido que cada uno de nuestros
actos tiene consecuencias; hemos entendido que sólo en libertad es posible
alcanzar la prosperidad, el desarrollo e incluso la unión familiar”.
Martha Hernández
agrega que también el venezolano “ha entendido que ser rico no es malo cuando
esa riqueza surge del trabajo decente, del trabajo honesto, del trabajo digno y
que en la medida en que ese trabajo se traduce en bienestar para nosotros y
nuestras familias, en esa misma medida la sociedad avanza y logramos los
objetivos comunes”.
Desde
luego, para la reconocida dirigente política, coordinadora estadal del partido
Vente Venezuela y jefe del comando de María Corina en Mérida,
“no es nada fácil decir esto en
medio de tanto dolor y miseria”.
- No es
fácil decirlo cuando estamos viviendo uno de los más oscuros días, con una
pobreza que supera el 80% y una pobreza extrema en niveles alarmantes; cuando
más de 7 millones de los nuestros andan regados por el mundo en búsqueda de
mejores condiciones de vida. Pero es importante entender de qué madera estamos
hechos y cómo nos hemos mantenido de pie, frente a un sistema perverso que nos
ha hecho tanto daño”.
No queremos regresar al pasado
Habla con
precisión. Hila bien lo que expresa. Se nota pasión, pero igual razonamiento.
Al fin y al cabo, la profesora, Martha Hernández observa, analiza, piensa.
Profesional en una de las disciplinas más importantes, la Ingeniería, construye
cada palabra justificando lo que explica
porque, resulta evidente, le duele en suma “lo que a nuestra Venezuela le
sucede”.
- Nunca
como antes hemos sido pasto de un incendio que casi nos borra del mapa, nos
gobiernan personas a las que muy poco importa haber encendido un fósforo, y actúan
con el más absoluto desprecio por la condición humana, porque están faltos de
sinceridad y son crudamente insensibles.
Con
firmeza advierte:
-No. No
queremos regresar al pasado, y tampoco queremos seguir en este presente que no
merecemos. Queremos como nación abrirle decididamente las puertas al futuro.
Queremos abrirle decididamente las puertas al desarrollo y queremos,
decididamente, abrirle las puertas a la libertad.
Sin
embargo, se le aprecia tristeza por lo que acontece, pero en ella es superior
el ánimo que refleja, el que la impulsa a seguir adelante, el que le insufla a
su ejército de colaboradores que, se reconoce, cada día se agranda.
- Nuestra
meta es la meta del ciudadano que quiere vivir en paz, que quiere vivir en
libertad. ¿Acaso eso es imposible? ¿Por qué tenemos que seguir dejando que se
nos subyugue, se nos obligue a pensar como este régimen quiere que pensemos, a
vivir rodilla en tierra aceptando una doctrina que en el mundo donde logró
imponerse, sólo ha sembrado odio, resentimiento, separación, persecuciones;
donde se conculcan lo Derechos Humanos y, según lo prueban más de 8 mil
denuncias que están siendo analizadas en la Corte Penal Internacional, se han
cometido crímenes de lesa humanidad?”
Cree
firmemente que su sueño, que es el sueño de todo venezolano, el de tener un
país, “con un sistema de salud para todos, con un sistema educativo que desde
niños nos forme para ser emprendedores, porque tenemos la capacidad para
competir con los mejores del mundo: un país donde el pensamiento crítico sea
respetado, donde la libertad de conciencia sea respetada, donde podamos
expresar libremente nuestras opiniones y nadie sienta miedo”.
-Un país
con capacidad para poder relacionarnos con muchas naciones. Un país con una
economía del mercado próspera y pujante; donde tengamos inversiones nacionales
e internacionales. Un país donde los desarrollos científicos y tecnológicos nos
ubiquen entre los primeros del continente. No olvidemos que Mérida es uno de
los estados con mayor capacidad científico-tecnológica, productiva, en todos
los ámbitos. Queremos un país donde
nuestro adulto mayor no se vea humillado, maltratado y ofendido con una pensión
miserable. Queremos un país donde nuestros niños y jóvenes puedan crecer y
sentirse seguros. Un país donde el respeto a la libertad de cada persona esté
garantizado. Un país donde veamos de frente el futuro.
Y se
pregunta:
-¿Por qué
no lograrlo? ¿Tenemos que seguir atados a quienes no piensan en el futuro sino
viven enclaustrados en una ideología que somete, que irrespeta el pensamiento,
lo avasalla y todo lo prohíbe?”
El cambio somos cada uno de nosotros
Martha
Hernández y María Corina Machado son grandes amigas. Desde hace dieciocho años
comparten sueños, decisiones y trabajo intenso por posibilitar a Venezuela el
gran cambio que clama con urgencia. En Vente Venezuela encontraron el camino y,
poco a poco, han ido creciendo y fortaleciendo su fe y su esperanza en que su
objetivo es factible. Y trabajan duro desde entonces.
-Ella, la líder nacional que no le teme a un
gobierno arrogante, represivo, irrespetuoso, vengativo, fomentador de odios, de
cero escrúpulos en los manejos de los asuntos públicos; va de pueblo en pueblo
diciendo verdades, hablándole a la gente con el corazón en la mano, planificando
verdaderamente lo que debe hacerse, desde lo técnico y posible, hasta clamando
por la unidad, por la defensa de los valores familiares, de los valores
heredados de nuestros libertadores para sustentar en ellos que lo dieron todo
por nosotros, la nueva Venezuela; no una con el espinazo quebrado, entregada
por mera solidaridad ideológica tan dañina como lo es, sino una libre y
soberana.
-¿Y usted?
-Yo le
sigo, yo le ayudo, porque creo que estamos llevando a cabo una tarea de primera
línea, una tarea que tendrá sus frutos, como ya los estamos viendo; porque la
entendemos como una obligación a la cual nos comprometimos llevar adelante, desde el primer día en que
nos encontramos. María Corina Machado ha dado demostraciones más que evidentes
de estar decidida a cumplir lo que ofrece. Y eso lo sabe, lo está comprobando,
más de las tres cuartas partes de los venezolanos.
-¿Qué
ofrece, distinto a lo que siempre en tiempos electorales se le dice?
-Verdades,
simplemente verdades, pero dichas con el corazón, con la pasión de quien siente
lo que atormenta a la gente, del sacrificio del venezolano cada día para
sobrevivir, del dolor qué produce a nuestros abuelos, padres y madres, por la
ausencia del nieto, del hijo que está afuera porque adentro el gobierno le impedía
mejorar su calidad de vida. Verdades que descubren el irrespeto de este sistema
por la violación constante de acuerdos y la firma irresponsable de otros que
empeñan nuestra soberanía sin que el pueblo tenga información alguna de lo que
hacen a trastienda; verdades que denuncian la corrupción como nunca antes dada
a la impunidad y al despojo de la propiedad privada y la violación permanente
de los Derechos Humanos…
- Muchas
verdades, ¿cierto?
-Y las
restantes, porque el régimen ya perdió los estribos y su maldad la muestra en
cada acción, lo que es tan peligroso como lamentable. Es que ella sí le habla a
la gente, porque la gente es el ciudadano y el ciudadano siente lo que le pasa
al país, lo que a él le pasa. Creo que aquellos que se empeñan, con muy mala
intención, en sostener que María Corina le habla sólo a una clase, están
equivocados y, quizás, por eso el pueblo, la gente, el ciudadano, que para esos
dirigentes son diferentes, lo están dejando solos.
Martha
Hernández sostiene que el cambio que ofrece María Corina Machado ya llegó. “El
cambio somos todos nosotros, porque somos todos los venezolanos quienes hemos
abierto nuestra mente, nuestro corazón y nuestro espíritu para alcanzar ese
cambio”.
Y lo
explica de este modo:
“Nuestra María Corina lo ha planteado muchas
veces: la única manera de poder alcanzar
la libertad es logrando sumar la mayor cantidad de fuerza posible, en todos los
ámbitos, la fuerza que tenemos como líderes sociales; como líderes comunales;
como líderes políticos; como líderes gremiales; como líderes de la academia;
como líderes religiosos; como líderes del sector productivo. Esa fuerza
conjugada, es la fuerza ciudadana, que significa todas las capacidades puestas
al servicio de una causa, la causa de la libertad”.
“Al pan y al vino vino”
Para
Martha Hernández, María Corina es una mujer valiente. Una líder que en los
últimos años le ha dicho al pan y al vino vino. Que ha tenido la valentía de
hablar sin tapujos a los venezolanos y sin titubeo alguno al propio régimen.
Por eso ellos no la quieren, le tienen miedo y la persiguen, pero no se dan
cuenta que mientras más la acosan más alrededor suyo se concentran multitudes,
tan valientes como ella que lo tienen entrampado en su propia trampa. Tendrán
que negociar, salvo que su desesperación los lleve a cometer cualquier grave
torpeza, que la historia del mundo no se los perdonaría.”.
-Por
cierto, así como las primarias son una herramienta política, son una
herramienta ciudadana, eso está claro. Pero debo alertar que existen sectores
interesados en acabarlas, no sólo el régimen sino también aquellos que no
quieren contarse porque saben que los venezolanos los vamos a poner a un lado.
No será un cogollo quién decida el candidato y líder de la oposición. Eso lo
decide la gente.
-Hay otra
amenaza en puertas.
-Sí. Hay algunos que están hablando de sucesión. Pero están totalmente equivocados. Los venezolanos no estamos escogiendo sólo a un candidato, estamos escogiendo al líder que va a conducir el próximo gobierno, que será libre y democrático. El liderazgo no se endosa, se construye. La confianza no se hereda, se gana y estoy segura que de la mano de Dios, la próxima presidente de Venezuela será María Corina Machado.