Mérida, Marzo Miércoles 26, 2025, 10:30 am

Inicio

Opinión



Desde Mi Parroquia

Cuaresma 2024: “A través del desierto Dios nos guía a la libertad” por Padre Edduar Molina Escalona

Diario Frontera, Frontera Digital,  Opinión, ,Cuaresma 2024: “A través del desierto Dios nos guía a la libertad” por Padre Edduar Molina Escalona
Cuaresma 2024: “A través del desierto Dios nos guía a la libertad” por Padre Edduar Molina Escalona


El pasado 11 de febrero la Iglesia celebró la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, con tal ocasión se realiza en la Iglesia Universal la Campaña del Enfermo, que se cierra el 5 de mayo, con la Pascua del enfermo. Este año llegamos a la XXXII Jornada Mundial del Enfermo. Para reflexionar en torno a este acontecimiento el Papa Francisco ha hecho público su mensaje para esta Jornada que encabeza con el título, No conviene que el hombre esté solo”. Cuidar al enfermo cuidando las relaciones.

 

El Santo Padre nos recuerda a los cristianos que estamos especialmente llamados a hacer nuestra la mirada compasiva de Jesús. Estamos ante un mundo que pide compasión a tantos que sufren y están solos, e incluso marginados y descartados.  Nos dice el mensaje que contamos con el amor recíproco que Cristo Señor nos da en la oración, sobre todo en la Eucaristía.  El llamado por tanto es a que sanemos las heridas de la soledad y del aislamiento. Insiste el Bergolio sobre el gran desafío a todos los “hombres de buena voluntad” para que cooperemos a contrarrestar la cultura del individualismo, de la indiferencia, del descarte, y hagamos crecer la cultura de la ternura y de la compasión. Los enfermos, los frágiles, los pobres, señala el papa Francisco, están en el corazón de la Iglesia y deben estar también en el centro de nuestra atención humana y solicitud pastoral.

 

El tema de este año es “No conviene que el hombre esté solo”, tomado del Libro del Génesis (2,18). Iluminación bíblica que nos permite tomar conciencia de tantos ancianos, minusválidos, hermanos de condición especial que hoy son excluidos de la máquina social y causan al mundo malestar y carga, hasta el punto de promover campañas contra el don de la vida como la eutanasia. Todo esto como resultado de la cultura del descarte que tanto denuncia el Papa Francisco. Los enfermos son a menudo, por desgracia, los descartados. "Intentar salir de esta cultura del descarte requiere ante todo una conversión del corazón y de la mente que nos permita mirar con ojos nuevos la realidad de la enfermedad y, sobre todo, la persona del enfermo.

 

El Papa nos invita a dirigir nuestra mirada más allá de las simples apariencias del simple hecho biológico de una patología o dolencia, es tener la capacidad de discernir el sentido profundo que esconde el misterio del dolor y que nos interpela a todos, desde los médicos, los agentes sanitarios, los familiares y a las mismas comunidades cristianas, para hacernos más humanos, más cercanos y sentir en nuestra propia carne el dolor de cada hermano.

 

Es hora de reflexionar sobre la mentalidad imperante de ver a los ancianos y a los enfermos como descartados, marcados por la experiencia del abandono y de la soledad, tan dolorosa e inhumana tantas veces. Y pasar a valorar la riqueza de sus experiencias y sabiduría que son camino maduro de fe.

 

Desgraciadamente, esta lógica también prevalece en determinadas opciones políticas, que no son capaces de poner en el centro la dignidad de la persona humana y sus necesidades, y no siempre favorecen las estrategias y los medios necesarios para garantizar el derecho fundamental a la salud y el acceso a los cuidados médicos a todo ser humano. Al mismo tiempo, el abandono de las personas frágiles y su soledad también se agravan por el hecho de reducir los cuidados únicamente a servicios de salud, sin que éstos vayan sabiamente acompañados por una “alianza terapéutica” entre médico, paciente y familiares. Nos hace bien volver a escuchar esa palabra bíblica: ¡no conviene que el hombre esté solo!

 

Por último, el mensaje nos recuerda que el primer cuidado del que tenemos necesidad en la enfermedad es el de una cercanía llena de compasión y de ternura. Por eso, cuidar al enfermo significa, ante todo, cuidar sus relaciones, Es tiempo de rescatar el proyecto de comunión original de Dios, hemos sido creados para estar juntos, no solos.

 

Necesitamos hombres y mujeres con la actitud de la ternura que alivia las heridas del hermano que sufre. Hemos sido hechos para el amor, estamos llamados a la comunión y a la fraternidad.

Encomendémonos a María Santísima, Salud de los Enfermos, para que interceda por nosotros y nos ayude a ser artífices de cercanía y de relaciones fraternas.

 

Mérida, 25 de febrero de 2024





Contenido Relacionado