Mérida, Marzo Miércoles 26, 2025, 10:08 am
Siempre ha sido mi criterio, que los Abogados
debemos tener como norte tanto personal como profesionalmente, ser Líderes;
tener un pensamiento sólido; creativo y critico; formarnos para tener un alto
nivel académico; con un compromiso social y una ética que no solo cimiente,
sino que trascienda lo personal para enseñar a un colectivo los valores que
debemos tener todos los venezolanos, en pro de una verdadera y autentica Justicia.
A los Abogados nos ha tocado vivir en estos últimos
seis lustros de nuestra vida personal y
profesional, situaciones sociales extremadamente difíciles, de los cuales no hemos sido ajenos a ello. De allí la importancia capital, que los
Abogados podamos combatir las injusticias dándole la importancia que tiene el
Derecho para combatirlas. Entender
que luchar por tener buenas e independientes Instituciones del estado
Venezolano, allí está el piso social
donde podamos convivir e interactuar.
Preocupante es, lo que contiene un Documento
de la Comisión Internacional de Juristas
(CIJ), el cual fue publicado a comienzos de este mes de Junio (3/6/24), donde
llama la atención sobre los numerosos obstáculos y restricciones a los que se
enfrentan los Abogados en Venezuela al
ejercer su profesión; el cual recomiendo su lectura.
Allí se vierte y explica que los Abogados
venezolanos que actúan de forma independiente, son frecuentemente sometidos a
acosos, intimidaciones, e incluso, a sanciones penales. Los Abogados que actúan
en casos de alto perfil, particularmente en casos con contenido político o que
involucran violaciones a los derechos humanos, están especialmente en riesgo.
Tal y como se plasma en dicho Documento, el entorno institucional no garantiza
adecuadamente la independencia del Sistema Judicial, ni la protección de los
derechos humanos. Teniendo como conclusión dicho Informe, que: “Venezuela se ha convertido en un entorno
hostil para el ejercicio independiente y responsable de la profesión jurídica,
que es una condición previa para que una sociedad pueda disfrutar de un Estado
de Derecho donde se protejan los derechos humanos”; op cit: (Ian Seiderman,
Director Jurídico y de Políticas de la CIJ).
El documento también subraya que: “en un contexto de creciente autoritarismo,
la situación de la profesión jurídica se ha deteriorado en la última década.
Ciertas autoridades públicas, incluyendo Fiscales, Jueces, Oficiales de Policía
y Agentes de Inteligencia, han actuado para suprimir o no han implementado las
garantías necesarias para facilitar el ejercicio robusto de la profesión legal,
lo que es indispensable para estos profesionales desempeñen su papel en la
recta administración de justicia. En otras ocasiones, los Abogados han sido
objeto de diversas formas de presión, acoso, intimidación o persecución por
parte de particulares que actúan con el apoyo, la tolerancia o la aquiescencia
de las autoridades estatales”.
Por otra parte, los Abogados tenemos en Venezuela
unas Instituciones Gremiales en sus Colegios de Abogados, donde la gran mayoría
de sus Directivos (unos en pleno ejercicio de sus funciones; otros con periodos
vencidos; y algunos otros usurpadores allí, de manera espuria) que en la gran mayoría de los casos, no
desempeñan su función esencial en
defensa de la independencia profesional de sus miembros.
Es verdaderamente lastimoso, que esos directivos
(así en minúscula), actuando como unas piaras, no entiendan, que los Abogados como integrantes del Sistema de
Justicia, obviando que estamos amparados en el artículo 253 de nuestra Carta Fundamental;
no luchan ni se preocupan para hacer
valer el Estado Democrático de Derecho y de Justicia preconizado en la Carta
Magna, especialmente en cuanto a la autonomía, independencia e imparcialidad de
los órganos del Poder Público.
De igual manera, tenemos que exigir respeto al
ejercicio de la Abogacía, que existan y hayan buenas Juntas Directivas en los Colegios de Abogados de la República
Bolivariana de Venezuela, que actúen exigiendo el respeto a la Constitución,
Tratados Internacionales y principios básicos de convivencia social; preconando
el respeto debido al Ejercicio de la Profesión de la Abogacía; ya que solo con
Justicia se alcanza la paz y sólo con Institucionalidad se logra la Justicia.
De lo anterior se desprende, que el derecho a la participación política es
el mecanismo que hace efectiva la voluntad general y; siendo así, es plausible afirmar que tal
derecho es uno de los cauces mediante los cuales la igualdad constitucional se
integra en la organización política del Estado.
Pero, la mayoría de las Juntas Directivas de los
Colegios de Abogados en nuestro País, no quieren entender que tenemos una
igualdad Constitucional; primera, como esta preceptuado en el artículo 2 de
nuestra Carta Fundamental, entendida esta como un valor superior del
ordenamiento jurídico venezolano y; segundo, como un derecho fundamental
(artículo 21 de la Constitución).
Ojalá, hoy en el día del Abogado, muchos Directivos espurios entiendan que el
hecho de que se esté solicitando elecciones libres y transparentes en nuestro
Gremio, puedan recordar por siempre lo establecido en el NUMERAL 2 del ya
citado artículo 21 Constitucional, donde la ley garantizará las condiciones
jurídicas y administrativas para que la igualdad ante la ley sea real y efectiva;
adopten medidas positivas a favor de personas o grupos que son discriminados,
marginados y vulnerables; que protejan especialmente a aquellas personas que
por alguna de las condiciones antes especificadas, se encuentren en
circunstancia de debilidad manifiesta y sancionen los abusos o maltratos que
contra ellas se cometan.
Aspiramos que hoy Domingo 23 de Junio, en el día del Abogado, cuando algunos Colegas compartan
en la Misa de Acción de Gracias; se hagan presentes en los actos de ofrendas; y allá, en la descuidada y desatendida sede
del Colegio de Abogados de Zumba, puedan llamar la atención a ese minúsculo
grupo de Abogados que creyendo ser los dueños de la verdad, aplican y actúan
como lo dijo en algún momento Andrew
Carnegie, industrial y filántropo
estadounidense, cuando advirtió lapidariamente: “Ningún hombre será un gran líder si quiere hacerlo todo él mismo, u
obtener todo el mérito para sí mismo por hacerlo”.
Como Abogado Merideño, espero que este mensaje los
haga reflexionar, por el bien de nuestro Colegio de Abogados y por todos sus miembros.