Joaquín Mármol Luzardo. Rector (1953-1958) por Carlos Guillermo Cárdenas
Joaquín Mármol Luzardo. Rector (1953-1958) por Carlos Guillermo Cárdenas
La doctora Carmen Amalia Mazzei de Dávila, quien fuera esposa del cardiólogo y distinguido profesor universitario Diego Dávila Spinetti, con la gentileza que le es propia, además de la educación y decencia con que se desenvuelve, me entregó en fecha reciente apuntes y anotaciones que archivó y atesoró cuidadosamente su esposo. Apuntes con relatos de personajes de la vida merideña y universitaria, además de recuerdos del rectorado del doctor Eloy Dávila Célis, nuestro profesor en la cátedra de Medicina Interna y Clínica Médica.
He escogido algunas notas sobre la vida y obra de un gran rector que atinadamente dirigió los destinos de nuestra Ilustre Universidad de Los Andes -1953-58, el doctor Joaquín Mármol Luzardo. Trujillano de nacimiento, a Merida vino a seguir los estudios de Medicina despues de un breve y corto periodo en la Universidad Central de Venezuela, donde una enfermedad lo obligó a buscar el clima y el ambiente sosegado y más tranquilo que la capital andina le ofrecía para seguir los estudios de Medicina.
En la Universidad el estudiante Mármol Luzardo cursó los cinco primeros años de la carrera, con calificaciones que los distinguieron como el mejor estudiante, obtuvo Summa Cum Laude en todas las asignaturas excepto una con 18 puntos.
Como estudiante de medicina realizó las primeras amigdalectomias con el ya en desuso éter como anestésico.
De estudiante comenzó a dar dotes de una personalidad recia y firme, con vocación de servicio por la medicina. El último año de la carrera lo cursó en la Univerdiad Central.
Con el título de doctor en Medicina, retornó a Mérida para ingresar como profesor de materias básicas como Anatomía Humana y materias quirúrgicas como Clínica Quirúrgica y Cirugía General.
El doctor Mármol fue eminente cirujano de manos acertadas y diagnósticos precisos.
Cuando viajó a Europa para siguir estudios avanzados en la especialidad quirúrgica, fue llamado para que asumiera la rectoría de la Universidad de Los Andes a principios de los 50s.
Como rector de la universidad ulandina, la obra mas prominente entre muchas otras constituyó la construcción del Edificio del Rectorado en la Avenida 3 Independencia diagonal a la plaza mayor, en dos años y medio con recursos propios. El Gobierno Nacional no aportó como años más tarde lo confesó el propio ex rector en visita que nos hizo el año de 1990 al Salón Rojo del Rectorado.
Visita casual del ex rector en la semana santa de 1990. Quien escribe estas letras estaba en al oficina del vicerrrectorado un miércoles santo, cuando el vigilante de turno nos informó que un señor mayor junto con acompañantes estaban al frente del rectorado. El vigilante que se acercó para escuchar lo que conversaban notó que el señor mayor les decía a sus acompañantes que él había construido ese edicifio que tenía al frente. El vigilante nos puso al tanto del comentario. Cuando salí reconocí que el señor era el doctor Mármol. Al acercarme me presenté como vicerrector académico encargado del rectorado, pues el titular doctor Néstor López Rodriguez se encontraba ausente de la ciudad.
De comienzo mi invitación para entrar al recinto universitario encontró resistencia en el ex rector, pero mi insistencia logró el propósito, de manera que una cordialísima reunión sostuvimos en el Salón Rojo Frai Juan Ramos de Lora.
El doctor Mármol comentó cómo se construyó el edificio, el aula magna, las lámpara de cristal que cuelgan en la misma, su traída de Italia, el aterrizaje del avión con las lámparas que al tocar tierra en el aeropuerto dio tres saltos que el ex rector exclamó, ‘se partieron las lámparas’.
Cómo se adquirió el mármol que adorna los laterales del Aula Magna, así como la preocupación del ex rector a finales de 1957 para concluir la obra que sería inaugurada por el general Marcos Pérez Jiménez, que a dos semanas de la fecha prevista las cornisas del pórtico estaban sin concluir y el ex rector debió permanecer largas horas al frente para dar por concluida la obra.
El doctor Mármol Luzardo al concluir el rectorado -1958- fue despojado de su cargo con vejaciones que atentaron contra su dignidad.
Decidió continuar su vida de cirujano en una institución privada de la capital. Allí permaneció más de cuatro décadas, intercaladas con las visitas a una bucólica y hermosa cabaña del Valle frente al río Mucujun. Aqui recibió a personalidades del mundo merideño y universitario. Su amabilidad como anfitrión a la hora de la visita lo caracterizó siempre.
Eludía el tema político pues siempre afirmó que él era cirujano con un corto periodo como rector de la universidad. Atendió a pacientes de la ciudad y de otras regiones del occidente y del país. Fue un cirujano acertivo en el diagnóstico y en el procedimiento quirúrgico. El talento y la destreza que le acompañaban permitió realizar procedimientos quirúrgicos complicados que resolvió con éxito. Ayudó al que acudió en búsquedad de salud. A muchos los exoneró y a todos los trató como corresponde a un médico con sensibilidad social y vocación por la noble profesión.
El reconocimiento a su figura y trayectoria en la universidad y en la ciudad andina han estado ausentes para las generaciones actuales. El universitario y el médico que prestigió la institución académica y la ciudad.
En visitas que realizamos al doctor Carlos Esteban Chalbaud Zerpa en su bucólica casa de estilo europeo en La Parroquia con nuestro compañero colega y siempre apreciado doctor Adolfo Beltran Chepo Moreno Uzcátegui, escuchamos anécdotas e historias del personaje.
El ex rector que bien merece resaltar su nombre y su obra cuando miramos el estado actual de nuestra institución y la necesidad de rescatarla.