Mérida, Marzo Viernes 29, 2024, 02:36 am
Los «caucus» de Iowa debían dar pistas de la temperatura de las primarias demócratas, pero errores técnicos en el recuento han hecho que, pasada la medianoche en EE.UU., todavía no se sepan los resultados. Al parecer, un nueva aplicación digital desarrollada
por el partido demócrata de Iowa para ayudar a los distritos
electorales a calcular el reparto de delegados y transmitir los
resultados dio fallos. Como consecuencia, el recuento
ha tenido que hacerse con los documentos físicos y conseguir un recuento
fiable se va a alargar durante horas. Es probable que no haya
resultados hasta la mañana del martes. Según reconoció el partido demócrata, solo el 35% de los resultados habían llegado a las oficinas centrales del recuento y ninguno de los recuentos de cada distrito se podía dar por fiable. «Encontramos inconsistencias en la transmisión de
tres grupos de resultados», reconoció en un comunicado Mandy McClure,
directora de comunicación del partido demócrata de Iowa. «Además de los
sistemas técnicos usados para apuntar los resultados, también estamos
usando fotos de los resultados y los registros documentales para validar
que todos los resultados coinciden y aseguran que tenemos total
confianza en los números que se den». Aseguró que no hay ningún problema
de 'hackeo' ni de intromisión y que «simplemente se tardará más tiempo
en llegar a los resultados». La noticia fue recibida con asombro y quejas por las diferentes campañas. «Es un colapso total»,
dijo una de las asesoras de Joe Biden, el favorito de las primarias. El
fallo quizá podría dar un respiro al ex vicepresidente de EE.UU., cuyos
resultados podrían no ser muy satisfactorios en Iowa. Todo lo contrario
que su principal adversario, Bernie Sanders, que apuntaba a victoria en
los últimos sondeos. Quizá
por eso su campaña no dejó pasar la oportunidad de presentar datos con
sus propios recuentos, en una decisión sorprendente, ya que solo
contabilizaban los resultados en el 40% de los distritos y con recuentos
hechos por sus propios voluntarios. Según esos
números, Sanders se imponía con un 29,6% de los apoyos, frente al 24,5%
de Pete Buttigieg y el 21,12% de Elizabeth Warren. Biden se quedaba con
un 12,37% de los votos, lo que representaría un hundimiento para el
segundo del presidente Barack Obama. Pese a que no hubiera datos oficiales, los candidatos no quisieron dejar la oportunidad de dar discursos:
con la atención pendiente de las grandes cadenas de televisión mientras
se esperaban los resultados, ninguno quería perder minutos de 'prime
time'. «Sabemos que hay retrasos, pero también sabemos otra cosa:
estamos pegando por encima de nuestro peso», dijo la moderada Amy Klobuchar,
la primera en comparecer, en un símil con el boxeo. «Parece que va a
ser una noche larga, pero me da buenas sensaciones», reaccionó Biden,
aunque es dudoso que sus resultados sean positivos. «Como partido,
estamos un paso más cerca de derrotar al presidente más corrupto de la
historia de EE.UU.», concluyó Elizabeth Warren, la
segunda izquierdista en liza, a la que las encuestas no daban grandes
oportunidades. «Vamos a ganar esta elección», sentenció con optimismo
Sanders antes de que Pete Buttigieg, que podría dar la sorpresa, dijera de forma críptica que «todo indica que vamos victoriosos hacia New Hampshire». Los
republicanos no tardaron en aprovechar la catástrofe técnica de los
demócratas. En especial, la campaña para la reelección de Trump, cuyo
director, Brad Parscale, calificó como «el
descarrilamiento más chapucero de la historia». También aprovechó para
sembrar sembrar duda sobre el proceso democrático en Iowa: «Sería normal
que la gente durara de la legitimidad de este proceso. ¿Y esta es la
gente que quiere gestionar nuestro sistema de salud?».Asombro y quejas
Discursos sin datos oficiales