Mérida, Abril Miércoles 17, 2024, 05:35 pm
Un ejemplo aleccionador en esta materia es Indonesia, país que demuestra la importancia de la acción conjunta entre actores públicos y privados para generar los cambios efectivos en la forma de atender las crisis generadas por desastres naturales o pandemias. Después de los devastadores terremotos y tsunamis que azotaron Lombok y Sulawesi Central en 2018, el país tomó medidas importantes para localizar la respuesta humanitaria y capacitar a los actores nacionales para impulsar la toma de decisiones.
Al respecto, se consolidó la Sekretariat Jaringan-antar-Jaringan (SEJAJAR), la secretaría encargada de interconectar las redes que conforman organismos públicos responsables de la atención de emergencias, con la sociedad civil organizada en Organizaciones No Gubernamentales (ONG). Una forma efectiva de consolidar el liderazgo local en múltiples niveles y mejorar la colaboración entre los ciudadanos, sin importar que estos formen parte o no del sistema humanitario tradicional.
La política implementada en Indonesia llevó a cambios en la división de responsabilidades. Las organizaciones nacionales tomaron el lugar de las grandes agencias internacionales, mientras que los grupos de la comunidad y los socorristas recibieron prioridad. El país también avanzó en la optimización de la coordinación humanitaria, invitando a las redes nacionales a unirse al equipo humanitario liderado por la Organización de las Naciones Unidas. Además, el gobierno adoptó formalmente el enfoque de clúster, que tiene por objetivo mejorar la planificación y la eficiencia dentro de áreas específicas de necesidad, como salud o alimentos.
Ante la crisis del covid-19, la SEJAJAR se ha convertido en un vehículo para el compromiso colectivo con el gobierno, un espacio de oportunidades para la capacitación en temas como la continuidad de las ONG, así como para hacer frente a las crisis financieras que devienen de la pandemia. Además, las comunidades organizadas también han podido entablar debates de política con ministros y altos funcionarios sobre temas del nuevo virus.
En este sentido, la SEJAJAR representa un importante ejemplo de la relación gobierno-sociedad para enfrentar las dificultades. Una red consolidada en: 1) incremento de los nexos entre representantes de los organismos de desarrollo; 2) nueva distribución de las responsabilidades entre los organismos internacionales tradicionales y los actores locales; y 3) mayor coordinación local dirigida a asegurar que las estructuras, respuestas y discusiones acerca del uso de los recursos reflejen las prioridades locales. Una oportunidad para aprender sobre el papel del liderazgo local, la colaboración entre personas y el manejo eficiente de los recursos, que de otra manera corren el riesgo de ser mal utilizados.
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