Mérida, Abril Jueves 25, 2024, 02:50 pm
El
éxodo de emigrantes venezolanos ha aumentado por el hambre y la pandemia
del coronavirus. En la carretera los llaman los «caminantes» porque
recorren a pie entre 3 y 5 días desde su casa hasta llegar al estado
fronterizo del Táchira para tratar de entrar a Colombia por el puente
internacional Simón Bolívar, que se encuentra cerrado hasta el 31 de
octubre. Son cientos y cientos de caminantes, especialmente las
mujeres y niñas, que son «abusados», «vejados» y «robados» por las
autoridades militares y policiales en las alcabalas y puestos
fronterizos durante el trayecto, denuncia la Conferencia Episcopal Venezolana y la ONGFundaRedes. «Por
la frontera de Apure, Táchira y Zulia se ha registrado que las
alcabalas de cuerpos policiales, Guardia Nacional y Ejército, piden a
los caminantes la prueba PCR para confirmar que no son positivos por
Covid-19, como requisito para permitirles pasar, sabiendo que en este
país no hay ni insumos médicos. Y como no la tienen, les exigen que
paguen en dólares, o a las mujeres que paguen con el cuerpo. Les quitan
dinero, algún objeto de valor, pertenencias básicas”, afirmó Javier Tarazona, director general de FundaRedes. Tarazona
dijo a ABC que tiene los testimonios de las mujeres que han sido
abusadas sexualmente. Los arzobispos de la Conferencia Episcopal también
se expresaron en su última pastoral. «Observamos con dolor cómo grupos
de hermanos nuestros, vendiendo sus pocas pertenencias, emprenden largas
caminatas desde diversas regiones para salir del país. Más que emigrar,
huyen de un país que no les ofrece garantías de una vida digna. Además
de sufrir los rigores del clima y del cansancio, son sometidos al
menosprecio de algunos de sus conciudadanos. Empeora su situación el
maltrato de las autoridades militares y policiales, quienes a lo largo
del camino les requisan y les arrebatan sus pertenencias y el dinero que
llevan. En vez de protegerlos, como lo juraron hacer ante Dios y la
Patria, los vejan y los consideran como ciudadanos de segunda
categoría». La diputada Karim Vera mostró en su
cuenta de Twitter los testimonios de jóvenes caminantes, entre ellos
Amilcar, que había caminado 6 días hasta llegar a San Cristóbal, estado
de Táchira. «Salí de Caracas, donde no hay nada que comer ni trabajo. En
el camino, los guardias nos quitaban todo y nos pedían 1 dólar para
poder pasar». La diputada añade que su destino es incierto, pero
que solo buscan mejores condiciones de vida para ayudar a sus
familiares, que se quedaron en el país. «Todos sus sueños van en un
morral, con los bolsillos vacíos, dependiendo de la solidaridad de los
venezolanos, que, en cada municipio por el que pasan, les tienden la
mano. Estos son los testimonios de la miseria que el régimen propició y
que hoy pretenden ocultar». La oficina de Migración en Colombia informa
de que las fronteras permanecerán cerradas hasta el 31 de octubre. A
partir de esa fecha se estudiará si es procedente la apertura. También
instan a los migrantes a evitar ingresar por pasos irregulares o
clandestinos donde pueden perder hasta la vida.