Mérida, Julio Miércoles 16, 2025, 10:49 pm
En vísperas de las celebraciones del Año Nuevo Lunar, la incertidumbre acerca de mantener las tradiciones o posponerlas hasta el próximo año marcaron la pauta durante los meses de enero y febrero en Vietnam. La falta de certeza devino de la situación de pandemia que enfrentan todos los países del mundo, así como por la llegada al país del primer caso de la variante británica del coronavirus; que se extendió rápidamente a 13 provincias y ciudades de Vietnam, generando más de 791 casos comunitarios nuevos.
Esta situación aumentó las preocupaciones acerca del control de la pandemia, el resguardo de la salud, y la preservación de la seguridad de la población. Al respecto, el gobierno de Vietnam emitió órdenes de aislamiento social en las principales ciudades, limitó los viajes entre regiones, así como la llegada de algunos vuelos desde el exterior. De manera conjunta con la oficina de la Organización Mundial de la Salud en el país, se emprendió la campaña a favor de celebrar con moderación y en familia la llegada del año nuevo, insistiendo en el mensaje “la salud es el regalo más preciado”. A la par, se implementaron incentivos a las actividades en línea.
La estrategia gubernamental así desarrollada pretendió, por un lado, aumentar el consumo aprovechando la larga tradición de dar regalos, beber y cenar con amigos y familiares durante las fiestas de año nuevo. Y, por otro lado, consolidar la transformación digital del país, impulsando los buenos resultados obtenidos en el periodo de cuarentenas implementadas durante la pandemia.
En medio de este escenario, un mayor número de vietnamitas recurrieron a plataformas de comercio electrónico y servicios financieros digitales durante los meses de enero y febrero. Tiki, una de las plataformas de compras en línea más grandes de Vietnam, informó que su volumen de transacciones en enero aumentó 50% en comparación con el mismo mes del año pasado. Por su parte, la Corporación Nacional de Pagos de Vietnam dio cuenta del aumento en el número de transacciones de comercio electrónico y transferencias de fondos interbancarios al 28 de enero.
En el ámbito del sector privado, empresas vietnamitas tomaron medidas para acelerar su transformación digital y facilitar la incorporación de los clientes a esta nueva realidad. Para ello insistieron en la combinación de nuevos servicios y mayores alternativas de compras en línea. Así, la empresa Fintech ZaloPay presentó su servicio 'li xi', un nuevo enfoque digital para mantener la tradición de las personas mayores que dan dinero a los niños. Y muchos supermercados, además de tiendas, se asociaron con plataformas de pagos y compras en línea para garantizar mayores opciones a los clientes.
Esta forma de enfrentar el reto de la digitalización por parte de las empresas se ha consolidado como un importante promotor del aumento en el uso del comercio electrónico y los servicios financieros digitales, especialmente entre los consumidores de edad avanzada. La utilización de este tipo de servicios financieros, incluido los monederos electrónicos y el dinero móvil, ha aumentado significativamente, colocando a Vietnam entre los tres principales países del sudeste asiático en cuanto al crecimiento del comercio electrónico.
De esta manera, Vietnam es otro buen ejemplo de que la transformación digital es posible. Pero para lograrla se necesita del esfuerzo conjunto de la sociedad, representada en las acciones del gobierno, las empresas y los ciudadanos. Todos detrás de un objetivo común: maximizar los beneficios de la economía digital. Es decir, no es suficiente un decreto, una promesa electoral o una medida aislada.
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