Mérida, Abril Jueves 25, 2024, 02:53 pm
El gran Hipócrates, reputado padre de la medicina, dijo algo parecido a esto: “Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento”.
En mis clases de la universidad hice hincapié en esta suerte de
sentencia, ya que a diario nos topamos con innumerables plantas
medicinales que son también portentosos alimentos, o viceversa. En todo
esto hay un “algo” extraordinario y profundo, que nos impele a creer en
una noción de perfección que va más allá de la razón. Solemos tener en
casa hierbas aromáticas o especias con las que damos sazón a la comida,
pero lo que muchas veces ignoramos es que varias de estas hierbas al
darle sabor y aroma a nuestros platos, están actuando a nivel sistémico
para producir efectos medicinales. Por ejemplo, la albahaca (blanca y
morada), tan socorrida en nuestra mesa, es muy utilizada cuando
cocinamos pasta, porque le confiere un toque muy particular y delicioso,
pero al mismo tiempo actúa como digestiva lo que impide que dicho
alimento nos caiga pesado. El orégano es también una especia harto
conocida por todos, y resulta que es estimulante del apetito por vía
central y también es digestiva. El tomate, que no puede faltar en
nuestra mesa, que se utiliza para sazonar, es un extraordinario
antibiótico natural, aparte de ser fuente de vitaminas que ayudan a
fortalecer el sistema inmunológico. La cebolla, con la que la humanidad
entera ha llorado todos los tiempos por sus glucósidos (o glicósidos)
sulfurados que irritan la conjuntiva, es un buen antiséptico al evitar
el establecimiento de infecciones en la cavidad bucal y del tracto
bucofaríngeo. La zanahoria, que es infaltable en guisos y en ensaladas,
es fuente de beta caroteno (provitamina A) y de minerales, y desde
siempre se la ha utilizado para mejorar la visión y la textura de la
piel. La papa (o patata), siempre presente en la despensa para la
confección de tortillas, ensaladas, sopas, y estofados, es
antiinflamatoria y antiulcerosa. El cilantro, con su extraordinario
aroma y sabor, no solo es la más común de las especias, sino que es un
poderoso estimulante del apetito, diurético y antiséptico. Ni decir del
perejil, que también mejora el sabor y el olor de muchos platos, su raíz
es diurética y ayuda a la expulsión de los cálculos renales. El ajo,
primo hermano de la cebolla, su tintura ayuda a mantener estables los
niveles de la presión sanguínea, amén de ser un efectivo vermífugo
(contra las lombrices comunes). La lechosa o papaya es nutritiva y
poderosa fuente de provitamina A y por su alto contenido enzimático
(papaína) es antiinflamatoria y diurética. La piña es un magnífico
nutriente y además es antiinflamatoria por su elevado contenido de
enzimas (bromelina), y también es diurética. La guanábana es un fruto
muy codiciado como alimento por su alto contenido de nutrientes, y se ha
ensayado con mucho éxito en el tratamiento del cáncer y como
antioxidante al evitar el envejecimiento prematuro de los tejidos. La
guayaba es una rica fuente de ácido ascórbico (vitamina C) y de taninos,
se la utiliza como astringente y por ende como antidiarreica. El mango
es un gran alimento, contiene vitamina C, provitamina A, vitamina E,
vitaminas B5 y B9, azúcares y fibra. El mango eleva los niveles del
sistema inmunológico, mejora la visión y disminuye el cansancio; es
también un buen antioxidante. El cambur o banano es un rico alimento, es
fuente de provitamina A, de minerales (entre ellos el potasio) y de
abundante fibra. Se recomienda su ingesta sobre todo al desayuno, de
manera particular a quienes consumen diuréticos no ahorradores de
potasio. La pimienta es una extraordinaria especia, pero además es
digestiva (evita la formación de gases) y es antiséptica. El cacao es un
poderoso alimento rico en grasas, minerales, ácido tánico y
flavonoides, por lo cual se le utiliza para la regular la presión
arterial. Por su alto contenido calórico es excelente contra el
desfallecimiento. Porque contiene cafeína es un buen estimulante del
sistema nervioso central. El aguacate o curo (Persea) es un
alimento muy cotizado en la mesa de casi todos los continentes, tiene un
alto contenido en nutrientes y es utilizado como antioxidante y
antidiabético. Su semilla se la utiliza como diurética y contra el
cáncer. El tomillo es una especia y también es digestivo y estimulante
del apetito. El clavo de olor es utilizado para darle un rico sabor a
los postres preparados con base en leche, y medicinalmente es
analgésico-anestésico y antiséptico, sobre todo en los problemas de
muelas careadas, por su alto contenido en una sustancia llamada eugenol.
Dejo de último al limón, y no por menos importante; es fuente de
vitaminas A y C, ácido cítrico, fibra y minerales. Es antiséptico,
mejora la cicatrización y es antioxidante.
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