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Alimentos y medicamentos por Ricardo Gil Otaiza

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RICARDO GIL OTAIZA


El gran Hipócrates, reputado padre de la medicina, dijo algo parecido a esto: “Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento”. En mis clases de la universidad hice hincapié en esta suerte de sentencia, ya que a diario nos topamos con innumerables plantas medicinales que son también portentosos alimentos, o viceversa. En todo esto hay un “algo” extraordinario y profundo, que nos impele a creer en una noción de perfección que va más allá de la razón. Solemos tener en casa hierbas aromáticas o especias con las que damos sazón a la comida, pero lo que muchas veces ignoramos es que varias de estas hierbas al darle sabor y aroma a nuestros platos, están actuando a nivel sistémico para producir efectos medicinales. Por ejemplo, la albahaca (blanca y morada), tan socorrida en nuestra mesa, es muy utilizada cuando cocinamos pasta, porque le confiere un toque muy particular y delicioso, pero al mismo tiempo actúa como digestiva lo que impide que dicho alimento nos caiga pesado. El orégano es también una especia harto conocida por todos, y resulta que es estimulante del apetito por vía central y también es digestiva. El tomate, que no puede faltar en nuestra mesa, que se utiliza para sazonar, es un extraordinario antibiótico natural, aparte de ser fuente de vitaminas que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico. La cebolla, con la que la humanidad entera ha llorado todos los tiempos por sus glucósidos (o glicósidos) sulfurados que irritan la conjuntiva, es un buen antiséptico al evitar el establecimiento de infecciones en la cavidad bucal y del tracto bucofaríngeo. La zanahoria, que es infaltable en guisos y en ensaladas, es fuente de beta caroteno (provitamina A) y de minerales, y desde siempre se la ha utilizado para mejorar la visión y la textura de la piel. La papa (o patata), siempre presente en la despensa para la confección de tortillas, ensaladas, sopas, y estofados, es antiinflamatoria y antiulcerosa. El cilantro, con su extraordinario aroma y sabor, no solo es la más común de las especias, sino que es un poderoso estimulante del apetito, diurético y antiséptico. Ni decir del perejil, que también mejora el sabor y el olor de muchos platos, su raíz es diurética y ayuda a la expulsión de los cálculos renales. El ajo, primo hermano de la cebolla, su tintura ayuda a mantener estables los niveles de la presión sanguínea, amén de ser un efectivo vermífugo (contra las lombrices comunes). La lechosa o papaya es nutritiva y poderosa fuente de provitamina A y por su alto contenido enzimático (papaína) es antiinflamatoria y diurética. La piña es un magnífico nutriente y además es antiinflamatoria por su elevado contenido de enzimas (bromelina), y también es diurética. La guanábana es un fruto muy codiciado como alimento por su alto contenido de nutrientes, y se ha ensayado con mucho éxito en el tratamiento del cáncer y como antioxidante al evitar el envejecimiento prematuro de los tejidos. La guayaba es una rica fuente de ácido ascórbico (vitamina C) y de taninos, se la utiliza como astringente y por ende como antidiarreica. El mango es un gran alimento, contiene vitamina C, provitamina A, vitamina E, vitaminas B5 y B9, azúcares y fibra. El mango eleva los niveles del sistema inmunológico, mejora la visión y disminuye el cansancio; es también un buen antioxidante. El cambur o banano es un rico alimento, es fuente de provitamina A, de minerales (entre ellos el potasio) y de abundante fibra. Se recomienda su ingesta sobre todo al desayuno, de manera particular a quienes consumen diuréticos no ahorradores de potasio. La pimienta es una extraordinaria especia, pero además es digestiva (evita la formación de gases) y es antiséptica. El cacao es un poderoso alimento rico en grasas, minerales, ácido tánico y flavonoides, por lo cual se le utiliza para la regular la presión arterial. Por su alto contenido calórico es excelente contra el desfallecimiento. Porque contiene cafeína es un buen estimulante del sistema nervioso central. El aguacate o curo (Persea) es un alimento muy cotizado en la mesa de casi todos los continentes, tiene un alto contenido en nutrientes y es utilizado como antioxidante y antidiabético. Su semilla se la utiliza como diurética y contra el cáncer. El tomillo es una especia y también es digestivo y estimulante del apetito. El clavo de olor es utilizado para darle un rico sabor a los postres preparados con base en leche, y medicinalmente es analgésico-anestésico y antiséptico, sobre todo en los problemas de muelas careadas, por su alto contenido en una sustancia llamada eugenol. Dejo de último al limón, y no por menos importante; es fuente de vitaminas A y C, ácido cítrico, fibra y minerales. Es antiséptico, mejora la cicatrización y es antioxidante.

 
Como se puede observar en esta modesta lista de alimentos y de medicamentos (por razones obvias dejé muchas plantas por fuera), no requerimos hacer grandes esfuerzos para mantenernos sanos. La clave es, sin duda, echar mano de los productos que nos ofrece la naturaleza. Su equilibrio es también nuestra vida.



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