Mérida, Julio Miércoles 16, 2025, 10:34 pm
La situación social venezolana no deja de mostrar signos de crisis, en medio de una recuperación parcial, muy pequeña, que beneficia a ciertos sectores que, precisamente, no son la mayoría nacional, que no suman un porcentaje relevante. Uno de los sectores favorecidos es el de los distribuidores de combustibles porque los márgenes de ganancias fueron elevados por la estatal petrolera y porque subsisten factores conniventes con la corrupción.
Expresión contradictoria en un país petrolero es la baja producción de los combustibles, lo que hace que millones de venezolanos pierdan tiempo valioso en colas que no tienen término fijado y menos seguridad de que se pueda llegar a equipar el vehículo. En el vecindario tachirense, el panorama es el mismo, con la ventaja (si es que se puede considerar tal) de que a la orilla de la carretera se encuentran proveedores de gasolina envasada en botellas plásticas. Con precios superiores a los del mercado, sirven para enfrentar urgencias.
El combustible es uno de los elementos de la crisis, y en el mismo incide las disputas internas en el oficialismo. La lucha de las facciones por el control de Pdvsa, es otro factor que entorpece recientemente el abastecimiento de gasolina. Sabemos de las divisiones entre chavistas, que trata de aglutinar Cabello, y los maduristas, que se reúnen en torno a la figura de Maduro.
También lo es que el sistema de salud no ha evolucionado hacia lo positivo mayoritario, es decir, que no todos los hospitales están equipados. Algunos fueron recuperados parcialmente gracias a la acción humanitaria de la ONU, a través de la UNICEF. Podría ocurrir que la liberación de mil millones de dólares en fondos capturados en los Estados Unidos de América, ayudara a mejorar la asistencia en salud.
Otro panorama desalentador es el de la educación, por la ausencia de miles de docentes, que se fueron a buscar mejores ingresos en la informalidad, lo cual disminuye la calidad de la enseñanza. A esto se suma que los salarios son muy bajos en el campo profesoral. Y este aspecto es, en general, lo que más inquieta porque el proceso inflacionario sigue galopante, destruyendo cualquier estrategia, tanto en moneda nacional como en divisas.
No pretendo describir toda la crisis. Lo que quiero es destacar es que, en medio de este panorama, surgen los nombres de muchos candidatos a la presidencia de la República, tantos, que se habla de dos elecciones primarias dentro de la oposición. Al mismo tiempo que las encuestas señalan que la inmensa mayoría nacional, hoy, no se la juega ni con el gobierno ni con los que “oficialmente” son los opositores, citados como G3, 4 y 5.
Muchos candidatos, todos en medio de la crisis, en la cual no tienen cabida porque el país no cree en la política tradicional. Está asqueado de los costosos errores y solo quiere que, cualquiera, garantice el cambio de régimen, de modelo o de grupo.
Los candidatos están en campañas discretas, sin mayores movilizaciones o concentraciones. Algunos de ellos solamente aparecen a través del teléfono o computador, lo cual los inscribe dentro de los mediáticos.
Hoy el país tiene más candidatos que ministros o gobernadores. El ambiente no está como para andar en campañas ni para someter a los venezolanos a una contienda de ofertas etéreas y menos a una diatriba sustentada en acusaciones de corrupción.
El sentimiento del país no está siendo interpretado por los políticos. No son tiempos propicios para candidaturas, al modo viejo, sino para entendimientos globales, de todos, para asegurar que podemos salir del atolladero en que estamos y para ello se requiere más sensibilidad social y menos orgullo personalista y vanidoso.
Solidario con los docentes y maestros
A propósito de la convocatoria de protesta que hacen los colegas docentes y maestros, vaya toda mi solidaridad. La educación y la salud son prioridades para un pueblo. En la Venezuela madurista, se puede ver el abandono de escuelas, hospitales y ambulatorios. Además de los pírricos salarios que se pagan. Estoy claro de la crisis que se atraviesa, pero es notable que no hay un programa de gobierno que busque soluciones sostenibles. ¿Qué futuro se está construyendo en Venezuela, con el caótico sistema educativo que se tiene ahora?