Mérida, Septiembre Sábado 07, 2024, 04:02 pm
En público, de momento, mantienen un silencio significativo; en privado, el malestar es enorme. Fuentes socialistas de Aragón, Comunidad Valenciana, Madrid y La Rioja -en Extremadura Guillermo Fernández Vara ha abortado el debate al asumir en primera persona el desastre y anunciar su retirada de la política en los próximos meses- responsabilizan al presidente del Gobierno del fracaso del PSOE en sus territorios.
La convocatoria de las elecciones generales quizá aparque este debate -esa puede ser una de las razones que le han llevado al adelanto electoral-, pero si los socialistas pierden también La Moncloa, un escenario más que posible, no habrá piedad con su inquilino.
Ya desde antes de la campaña los barones querían marcar distancias con un Pedro Sánchez que, según su visión, les perjudicaba electoralmente. El también secretario general del PSOE, sin embargo, impuso su criterio y decidió asumir todo el protagonismo, con constantes anuncios de medidas del Gobierno central en los mítines, lo que sacaba de foco la gestión de los gobiernos autónomos y municipales socialistas. Fue, porque así lo quiso él, una suerte de plebiscito sobre su persona. Y fracasó.
En Aragón, por ejemplo, donde Javier Lambán perdió las elecciones de forma estrepitosa, fuentes socialistas consultadas por ABC consideran que «el tsunami nacional ha pasado por encima de una buena gestión, un trabajo que hemos hecho sin estridencias» y que no ha tenido un peso suficiente en la campaña como para poder movilizar el voto. Lambán ha sido de los barones más críticos con el jefe del Ejecutivo, pero no ha conseguido que el debate en su comunidad se centrara en las cuestiones autonómicas.
Ximo Puig es otro de los damnificados por el error estratégico de Sánchez. Las fuentes de ese territorio consultadas por este periódico son categóricas: «Pedro nos ha hundido, es evidente». En esta comunidad el contraste entre el mitin electoral del presidente del Gobierno en Valencia, con unos pocos miles de personas, con el del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en una plaza de toros de la capital del Turia llena hasta la bandera ya anticipaba lo que podía suceder. Pero Puig, que no se desmarcó de su líder nacional, confiaba que el desastre no llegara a ese nivel.
En la Comunidad de Madrid, la eterna asignatura pendiente del PSOE, la sensación es muy parecida. «Se ha votado contra el presidente del Gobierno», afirman las fuentes consultadas por ABC en esa federación. En este caso, incluso el propio Sánchez, después de imponer como candidata a la alcaldía a su exministra Reyes Maroto, tuvo una presencia mucho más desdibujada, hasta el punto de que ni siquiera estuvo en el cierre de campaña.
En La Rioja, también con mayoría absoluta del PP tras las elecciones del pasado domingo, más de lo mismo: el «efecto Sánchez ha sido terrible», aseguran fuentes del partido en ese territorio.
Con seguridad, respuestas parecidas se podrían recibir de otros territorios, como Baleares o Andalucía, porque la sensación generalizada es que el presidente del Gobierno ha sido un lastre, algo que además se barruntaba antes de la campaña electoral. Fue significativa, por ejemplo, la ausencia de todos los barones de la conferencia municipal del PSOE, celebrada en Valencia, salvo como es lógico la del anfitrión, Ximo Puig, que acudió a la cita con el perfil más bajo posible.
En Andalucía, cae a cámara lenta. Los resultados de este domingo han sumido a los socialistas en un silencio atronador. El fin del liderazgo de Espadas es una teoría que se baraja hace meses. «Con la convocatoria de elecciones generales ya no hay nada más», señala a ABC un socialista experimentado en lo regional y que conoce bien el partido. El 23J es un golpe para un PSOE andaluz que viene tocado desde las andaluzas del año pasado y una manta que puede tapar los malos resultados. Dicen que «ahora es el momento de pensar en las listas». Y ahí se juegan mucho.
El giro total de la derecha en Baleares impide revalidar por tercera vez el tripartito de Armengol. La socialista, sin embargo, se muestra satisfecha por haber mantenido «el mismo nivel de voto» que en 2019, cuando el PSIB obtuvo su máximo histórico. «El PSIB ha aguantado; cada uno tendrá que dar sus explicaciones», apunta Armengol en referencia al descalabro de Podemos, el miembro del tripartito que la ha arrastrado a la oposición. El futuro de la líder socialista es una incógnita y no está claro que lidere la oposición en los próximos cuatro años.
Fuentes del PSOE de Castilla-La Mancha que lidera el de nuevo presidente de la Comunidad, Emiliano García-Page, manifestaron de forma nítida a ABC que «la gente ha hablado en toda España en estas elecciones y está claro que la legislatura se puede dar por casi agotada».
Como es lógico, en el panorama de poder del PSOE la figura de García-Page se alza ahora con la autoridad que le da su nueva mayoría absoluta, por lo que algunos se preguntan si en este caso se atreverá a lo que desde Toledo, capital de la región, se conoce como «cruzar el Tajo», término acuñado en los tiempos de José Bono para medir las posibilidades de dar el paso de la escena autonómica a la nacional.
Por último, Canarias. El candidato socialista a la reelección, Ángel Víctor Torres, admitió la «dificultad» de formar mayoría para gobernar en el archipiélago, pero aseguró que por responsabilidad lo hará.
Pese a que han vuelto a ser la fuerza más votada en las Islas, poco júbilo se respiraba en la sede, donde sólo la nueva alcaldesa de las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias, ha logrado gobernar con seguridad y sin tropiezos. ABC