Mérida, Septiembre Sábado 07, 2024, 04:25 pm
Germán Agustín Borregales Pachano fue un auténtico hombre de identidad
venezolana, periodista y político venezolano y candidato presidencial en tres
ocasiones. En los años 60 funda el Movimiento de Acción Nacional (MAN). Este fue
un ilustre falconiano, escritor y periodista prolífico, de aguda pluma,
incansable hombre de lucha social por el progreso, la moral y la cultura del
país; un fiel representante del falconianismo, quien nació el 28 de Mayo de
1909 en Coro, raíz de Venezuela, cuna de los caquetíos, y noble raza defensora
de sus derechos.
Según algunos biógrafos y cronistas de Coro como Nelson
Arteaga Pachano, se señala que el día que nació Germán Borregales su padre, Don
Teo Borregales, estaba dedicado a su deporte favorito: pelear a palos y a
puñaladas en los alrededores de Coro. No las tuvo todas a su favor, y recibió
una herida que casi le cuesta la vida. Su noble esposa Doña Josefina Pachano,
sola en trance, le imploró a la Virgen de las Mercedes para que hiciera el
milagro de apaciguar el carácter de aquel hombre, proveniente de una familia de
guerreros, y guerrero él mismo, el cual sentía una pasión por las armas. Al
nacer su hijo Germán se olvidó de su ejercicio de pelear, además de ser un personaje
estimado en el barrio Pantano Abajo.
Este ilustre político y periodista provino de un sector muy
populoso de Coro, entre el barrio Pantano abajo y San Nicolás, en el cual, por
los años de 60, se instalaron cinco plumas de agua (tuberías). Esto fue posible
gracias al trabajo mancomunado de los vecinos para obtener el preciado líquido.
Sin electricidad, este barrio de Coro, llamado Pantano Abajo, se alumbraba con
lámparas de kerosén y de gasolina, y los más pobres utilizaban una botella o un
pote con una mecha; y cuando aparecieron las plantas eléctricas, Luis Ruiz y Teodoro
Ramírez adquirieron una planta eléctrica con la que van a suministrar el
servicio eléctrico a los vecinos a un costo módico. De 6 a 9 de la noche era el
horario de prestación de servicio. Don Pedro Doroteo Nieves Borregales, mejor
conocido como Teo Borregales, y su hijo Germán Borregales, enseñaban a leer y a
escribir a los niños del barrio Pantano Abajo y San Nicolás, en una escuelita
que montó en su casa.
En estos barrios, siempre había personas dispuestas a enseñar
a los muchachos en el Tendalito, lugar donde María Clorinda y María Morales
enseñaban las primeras letras, además de Sebastián Chica, José Nava, Elías
Guanipa y Víctor Marín, que eran personas muy trabajadoras y espontáneamente
enseñaban a los niños de esa localidad.
Germán Agustín Borregales Pachano salió de Coro para Caracas
bajo la tutela de Monseñor Jesús María Pellín, y fue becado para estudiar
periodismo en Suiza, llegando a ser el primer periodista venezolano graduado
fuera del país.
En 1943 fue corresponsal de guerra en Bélgica para un
periódico Suizo. En Coro fundó Avance Democrático (1946), una organización
política de avanzada con un grupo de jóvenes entre los cuales estaba Arístides
Beaujón quien después será parte del Partido Copei, para lo cual se va a denominar
el Comité Político Electoral Independiente (COPEI). Llegó a estar preso varias
veces. En la Caracas va a escribir para La Religión, El Gráfico y El Universal.
Por otra parte, fundó la Revista Falconianidad, donde recogerá información relacionada
con el estado Falcón. También llegó a tener un programa de radio en Radiodifusora
Venezuela, y estuvo en radio Tropical y Ondas Populares, donde presentó
artistas y valores falconianos que tuvieran oportunidad de destacarse: entre
ellos los hermanos Acosta Fuguet, Paché
Vargas, Serafín Prado y hasta el guitarrista larense el Chueco Riera.
Germán Agustín Borregales Pachano fue candidato a la
Presidencia de la República postulado por el Movimiento de Acción Nacional (MAN)
en las elecciones de 1963, 1968 y 1973 y su eslogan de la campaña era “El MAN
Salvará a Venezuela” y “Ni Comunismo, Ni Hambre”. Mientras su figura alcanzaba
notoriedad en la vida política del país, se hizo diputado por el estado Falcón
al Congreso Nacional, donde va a ser una voz de los problemas que padecía la
región.
En su actuación política era un anticomunista. El propio
Gustavo Machado, en respuesta a alguien que señaló a Betancourt como
anticomunista, contestó que el único anticomunista que él respetaba era Germán
Borregales. Fue un nacionalista convencido y furibundo que en 1972, cuando
Rafael Caldera dio un plazo a Guyana de doce años para resolver lo de los límites,
a lo que se conoció como el tratado de “Puerto España”, se levantó en pleno
Congreso y le dijo a Caldera como Presidente: “Eres un traidor de la Patria,
has entregado ciento sesenta mil kilómetros de Venezuela a estos protegidos de
Inglaterra”. Ése era Germán Agustín Borregales Pachano. Coro contó con una
generación que fue orientada por aquellos hombres de la Iglesia como el padre
Mármol, el buen pastor, quien siempre estaba pendiente de las ovejas del señor,
quien andaba en su mula siempre recorriendo a Coro.
La descendencia de los Borregales en Falcón provino de Joseph
Nativité Beauregard y que por error de transcripción del registro, lo
escribieron como se pronunciaba. Por otro lado, Germán Agustín Borregales
Pachano mantuvo por mucho tiempo una librería católica que llevaba por nombre “Tomás
Andrés Polanco” a un costado de la Torre Sur del Centro Simón Bolívar, en El
Silencio. Don Germán Agustín Borregales Pachano fue uno de los periodistas más
importantes de Venezuela en el siglo XX. También se conoce que para los años 40
y 50 colaboró como columnista de los periódicos El Universal, La Esfera, La
Religión, El Gráfico, usando el seudónimo de Míster X.
Adversó con vehemencia e incomparable verbo los aspectos
negativos del gobierno de Don Rómulo Gallegos y las políticas de Acción
Democrática, además de sufrir cárcel, persecuciones y destierro. En 1973 creó
la fundación Borregales estableciendo pequeñas farmacias en varias barriadas de
Caracas y del interior del país para socorrer a los más necesitados, así como
bolsas de comida. Así era Don Germán Agustín Borregales Pachano. Aquel lema de
su partido hoy parece tener vigencia: “Ni
Americanos ni Rusos”.
Escribió más de catorce libros, algunos de tinte anticomunista, otros sobre temas petroleros, sociales, religiosos y políticos. La lectura de sus obras eran muy comentadas por la crítica nacional e internacional. En una oportunidad, llegó a publicar una carta abierta al jefe del Partido Comunista de Venezuela, Gustavo Machado, después de una disputa en el Congreso cuando éste intentó ridiculizarlo. Borregales le da esta respuesta:
“CARTA ABIERTA A
GUSTAVO MACHADO, JEFE DEL PCV
Sr. Dr. Gustavo
Machado.
Director del semanario
Tribuna Popular y Jefe del PCV
Ante el público pedimento mío de un debate ideológico en el
Nuevo Circo de Caracas sobre el candente problema de Catolicismo vs.
Socialismo. Uds. responden con una insolente y calumniosa andanada de palabras.
Como en los años 1936-1948 y el 1958, los jerarcas del Soviet en Venezuela continúan mostrando
una gigantesca pobreza mental, una falta de filosofía combativa y eficaz, una
ausencia total de inteligencia fecunda y positiva.
No es el insulto el arma de los Hombres de ideas, ni la
calumnia el método que la cultura señala para el planteamiento de los
principios. En su último artículo del diario “La esfera”, que reproduce
“Tribuna Popular”, Ud. Dr. Gustavo Machado habla de la monstruosa presencia de
Germán Borregales en la agitación subversiva contra el Comunismo y contra
Acción Democrática. En la misma edición me califica de “sonante y constante
yanqui, que tiene una venta de cachivaches por ahí de Cuartel Viejo a
Altagracia”, etc,etc.
Y para concluir su respuesta a mi planteamiento, adulteran
ustedes en forma ofensiva y burlesca mi apellido.
No hay pues en todas sus afirmaciones una sola idea, un solo
concepto o una respuesta interesante al debate sugerido.
No he atacado al Partido Acción Democrática, mi eventual
contendor en su era gobernante durante el trienio 1945-48. Si mañana llegaran
de nuevo al poder y cometieran los mismos errores de la época pasada, volvería
a combatirlos con el mismo ardor y la misma preocupación indesmayable y
venezolanista. A ustedes los comunistas sí: Ustedes son parcelas políticas de
una organización imperialista que aspira a esclavizar al mundo, en el cual no
habrá pan ni techo para los hombres libres. Por ineludible obligación
religiosa, por sagrado imperativo de Patria, por deber de conciencia que es
irrenunciable de todo hombre cristiano, a ustedes los socialistas sí hay que
combatirlos las 24 horas del día y toda la vida. Ustedes los marxistas son la
peor desgracia que ha sufrido la Humanidad en toda su historia. Son la aftosa
del espíritu, el cáncer político de las sociedades modernas.
Todo hombre que estime el valor eterno de la libertad debe
hacerles la guerra y no darle tregua al brazo en el empeño santo e ineludible.
Si esto es agitación subversiva, yo me considero el primer agitador y el más
resuelto subvertidor contra el Comunismo. Dr. Gustavo Machado, mi “monstruosa
presencia” siempre estará allí donde sean necesarios un aliento de combate, una
palabra de estímulo, contra los sepultureros de la Libertad.
Apunta usted que soy un “vendedor de cachivaches….” Y cierto
Gustavo Machado, esa venta de cachivaches la fundé en 1949 después de los
históricos sucesos del 24 de Noviembre del año anterior. A raíz de dichos
acontecimientos se me abrieron las puertas del poder, de la comunidad, del
cargo público brillante, del Cadillac en la puerta de la quinta pagada por el
Estado, y yo escogí entre la feliz situación de un puesto ministerial, el
sacrificado pero dignísimo papel de un “vendedor de cachivaches” en la cuadra
que usted señala con buena memoria.
Se me ofrecieron posiciones de privilegio pues se decía que
Míster X (yo) había tumbado el Gobierno de AD lo cual no es cierto.
Se me ofreció la equivalencia al sacrificio, pero yo resolví
fundar mi “venta de cachivaches” de Salas a Balconcito y ahora en la esquina de
Cuartel Viejo, cuando muchos ”paladines de la democracia” se peleaban en el
Palacio de Miraflores, para ellos o los suyos los puestos en los Ministerios y
Embajadas. Revise usted el protocolo del Palacio y no encontrará mi nombre por
ningún lado.
Es natural que a usted le repugne el trabajo de 8 horas
diarias, porque usted jamás ha trabajado ya que nació millonario y vive en el
Country Club, está acostumbrado a vivir de herencias cuantiosas y reiteradas,
de los alquileres altos de cuantiosas casas y apartamentos de las modernas
urbanizaciones que se levantan en el Este de Caracas, de fabulosos depósitos en
bancos nacionales y extranjeros. Usted no tiene necesidad de vender cachivaches
como yo.
Usted jamás ha sufrido de la fría amenaza de desalojo de
habitación por parte de abogados sin corazón que no les importan las madres con
niños, usted jamás tendrá necesidad de ir a un Hospital público por no poder
pagar clínica, usted jamás ha sabido de hambre o penuria. Pero yo que tuve la
oportunidad de enriquecerme con la Dictadura y disfrutar mil beneficios.
Establecí y continúo con mi “venta de cachivaches“, y hoy vivo en un
modestísimo apartamento del Banco Obrero en El Silencio, transportándome en
autobuses y carritos por puesto, mientras que usted en México, Praga, Moscú y
hoy en Caracas vive en la opulencia, el caviar y el vodka, los vinos finos y
rodeado de mujeres hermosas en los cabarets de la Aristocracia capitalina.
Si ustedes los comunistas fuesen sinceros en sus ideas de
lucha contra el Capitalismo ¿Por qué no distribuyen sus millones entre los
pobres? ¿Por qué no ceden con títulos de propiedad horizontal sus casas a los
miles de camaradas que viven en los ranchos? ¿Cuáles han sido las obras de
caridad para con el pueblo venezolano? Usted critica a los ricos pero es
multimillonario que estudió en el Colegio Alemán.
Me acusa usted de ser copeyano, cuando en realidad lo que soy
es católico y busco una solución cristiana para los problemas sociales, sin
necesidad de militar en COPEI, soy un político independiente.
Habla usted de sus odiseas con César Augusto Sandino. ¿Cuáles
fueron sus “hazañas” General Machado? ¿En qué batallas participó en
Centroamérica?
Un día estaba yo alojado en un Hotel de Guatemala y al
saberse que era venezolano, se me acercó un individuo que se identificó como
revolucionario de la causa sandinista quien me dijo entre indignado y pacifico:
“Ustedes tienen en su país a uno de los más peligrosos aventureros que ha
pasado por mi patria. Una de sus hazañas contra nosotros fue el haberse robado
los dineros recolectados para la lucha, unos diez mil dólares….”
Alardea usted de haber sido jefe del Estado Mayor
Revolucionario cuando Rafael Simón Urbina asalto el Fuerte de Curazao en 1929.
Pues bien, mientras que sus compañeros guerrilleros se batían
a tiros contra las tropas del General Laclé durante el desembarco, usted salió
corriendo por los montes y fue a parar deshidratado y muerto de miedo a una
carretera, donde lo recogieron unos campesinos humildes que le mataron el
hambre y la sed.
Usted Dr. Gustavo Machado, se presenta también como héroe de
la resistencia contra la Dictadura de Pérez Jiménez, cuando la verdad es que
usted se pasó esos 7 años de dictadura paseando por Praga, Moscú, Budapest,
Varsovia, París, llevando buena vida en góndola y chequeras millonarias.
¡Presente usted Gustavo Machado una sola demostración de sus
sacrificios y heroísmos contra las tiranías!
Ni contra Gómez, ni López Contreras, ni cuando Medina
Angarita, ni contra Acción democrática, ni mucho menos contra Pérez Jiménez.
Solo los tontos útiles de la Juventud Comunistas sufrieron cárcel y tortura,
pero usted señor Gustavo Machado, ¿Cuándo, cómo y dónde?
Germán Borregales
Jefe del Movimiento de Acción Nacional (MAN)
“Ni hambre, ni comunismo”.
Fue Constituyente en 1946. Se dice que las ideas de
Borregales contribuyeron al derrocamiento de Gallegos. Recibió reconocimientos
nacionales e internacionales, entre ellos la medalla caballero de la Reina
Isabel la católica en su primera clase, otorgado por el gobierno Español y otra
otorgada por el gobierno Libanés. Falleció el 2 de Marzo de 1984 en Caracas, y
sus restos reposan en el Cementerio General del Sur. Hoy sus ideas recobran una
gran vigencia sobre lo que atraviesa la nación por cuyo desarrollo siempre
veló.