Mérida, Julio Domingo 13, 2025, 08:21 pm
LA LUCHA RURAL EN MONCHO
MARTÍNEZ
Ramón Sosa Pérez
La veteranía
de la agremiación campesina en Mérida lo tuvo entre sus mejores aliados. Por
encima de las circunstancias ideológicas, la dirigencia rural supo de sus
andanzas, de su empeño y de su pasión por tender la mano a un sector
desprotegido siempre, al que en tantas ocasiones le negaban su derecho
legítimo. Así fue Ramón Isidro “Moncho” Martínez, hombre de una sola pieza que conocía
al dedillo la geografía política y social del Estado.
Como
dirigente comprometido, recogía las angustias de los sectores rurales para
canalizar la solución, ya de opositor o integrante de alguna gestión de
gobierno. En condición de Concejal del Municipio Alberto Adriani su obra fue democrática
y auténtica, sin otro interés que luchar por los campesinos, a quienes conocía
con nombres, apellidos y procedencia. Nadie pudo regatearle jamás una
inconsecuencia porque su lucha rural fue sistemática y solidaria.
Hace más de
30 años lo topé en una tarea análoga que por la época nos emparentaba. Recorrer
los Comité de Tierras, los Sindicatos Campesinos y las Ligas Agrarias
congeniaron comunes intereses, sin que ninguno permitiera que la pasión
ideológica particular ensombreciera el afecto que se consolidó en los años. Mucho
tiempo más tarde, como columnistas colaboradores en un diario merideño nos hizo
coparticipar en proyectos afines que siempre celebramos.
El reciente
proceso electoral lo convirtió de nuevo en Concejal por su movimiento
socialcristiano y, en esencia, por su amplia vinculación con los sectores
rurales de la panamericana y El Mocotíes. El respaldo fue unánime y ahora
estaba nominado para asumir el reto de la Presidencia Municipal. Escuchamos sus
proyectos en los que prodigaba a manos llenas la pasión del servicio público,
anhelando para El Vigía un modelo de desarrollo con gran ambición.
Soñaba con
ver al pueblo que hizo suyo como un emporio generador de políticas
industriales, cabecera de una gran propuesta turística y social, promoviendo para
ello el plan de formar y capacitar a un grupo de jóvenes, sobre quienes recaería
tamaña empresa de labrar el porvenir del Municipio. “Pensar en grande, decía
Moncho Martínez, nos hará grandes y El Vigía tiene el potencial que vamos a
despertar”.
Sumaría a
empresarios, movimientos políticos, sociales, económicos, gremios y la sociedad
civil, conjugando un apoyo mancomunado que daría pronto y efectivo resultado.
Intentaba convencer a sus colegas ediles del llamado vocacional del Municipio
en la proyección del desarrollo local. Las discusiones nos involucraron, más
por la amistad y el afecto de los años que por razones de ideologías. Moncho
siempre fue un soñador.
La muerte
llegó antes y de manera intempestiva el viernes 5 de enero de 2024 truncó los
planes que con tanta vehemencia alentaba este luchador de la ruralía merideña.
La marcha terrenal de Ramón Isidro “Moncho” Martínez nos priva de un hombre
honesto, responsable, trabajador, consecuente y solidario. La lucha campesina en
el Estado extrañará a un baluarte de sus banderas que no supo fallarle a su
gente. Al contrario, fue uno más entre ellos pero con afán y compromiso.