La Universidad de Los Andes y sus primeras publicaciones periódicas institucionales (1891-1961) por Alí Enrique López Bohórquez (*)
La Universidad de Los Andes y sus primeras publicaciones periódicas institucionales (1891-1961)
(*) Coordinador de la Cátedra Libre de la Universidad de Los Andes
Las publicaciones periódicas de la Universidad de Los
Andes también tienen su historia, si se considera que forman parte de su
desarrollo institucional y académico. Desde 1891 hasta el presente ha existido
un número significativo de Anuarios, Gacetas, Boletines y Revistas,
tanto de carácter institucional como académico. Lo institucional en lo que
respecta a dar más relevancia a las actividades de la Universidad, su
organización, historia, legislación y relaciones con el Estado, a nivel
nacional o local, con escasa inclusión de estudios referidos a sus distintos
campos del conocimiento, de enseñanza e investigación, al menos hasta 1956, con
una notable participación de autoridades y dependencias específicas. Lo
académico desde el momento en que comienzan a parecer Anuarios o Revistas de
las Facultades a mediados del siglo XX y que se han extendido hasta nuestros
días en Núcleos, Institutos, Centros, Laboratorios y Grupos de Investigación,
incluso de Dependencias o Profesores e Investigadores que de manera particular
también han incursionado en la organización y difusión de Revistas, con o sin
apoyo institucional. Muchas de esas publicaciones fueron desapareciendo a
través del tiempo, otras dejaron de publicarse y retomaron la senda editorial
con posterioridad. Antes editadas en físico, ahora la mayoría en digital. Es a
partir de la década de los ochenta de esa centuria cuando se produce lo que
puede calificarse el despegue extensivo de las publicaciones periódicas. Ello como
consecuencia de un definitivo desarrollo de la investigación en la ULA y el respaldo económico dado
por el Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico, del Consejo
de Publicaciones y otras dependencias administrativas y académicas.
La realidad actual y situación de las publicaciones periódicas
puede advertirse en el portal Saber ULA, en el que están registradas las
publicaciones con vigencia, incluyéndose los respectivos índices de contenido
de los números y volúmenes aparecidos. Su pasado entre 1891 y 1968 se ha
estudiado en la Cátedra Libre
de Historia de la
Universidad de Los Andes a través de la Memoria de Grado de la Escuela de Historia, bajo
nuestra tutoría, de Esther Carmona González y Yolimar Rivas García: Anuarios, Gacetas, Revistas y Boletines de la Universidad de Los
Andes (1891-1968): Aportes al conocimiento histórico de la institución y la
divulgación de las ciencias y las humanidades. Mérida, Escuela de Historia
/ Universidad de Los Andes, 2013 (Memoria de Grado presentada para optar al
título de Licenciada en Historia). Ese conocimiento se ha continuado con la Memoria de Grado en
progreso de Yaneth Andreina Sulbarán Ceballos y Alfonis Elieser Lobo Valero: Las publicaciones periódicas de la Universidad de Los
Andes: de la información institucional al conocimiento científico (1968-2018. En
esta Crónica vamos a referirnos específicamente a las primeras publicaciones
periódicas institucionales que se editaron entre 1891 y 1969: Anuario de la Universidad de Los
Andes (1891-1900), Gaceta Universitaria (1904-1908, 1912-1947), Revista
Universidad de Los Andes (1937-1944), Universidad (1944), Bibliotheca.
Boletín de los Servicios
Bibliotecarios de la
Universidad de Los Andes (1953-1954), Universitas Emeritensis (1954-1961) y Noticias ULA (1968-1969). Cabe destacar
que en ciertos casos las bibliotecas universitarias correspondientes no cuentan
con colecciones completas de las referidas publicaciones e incluso no existen
algunos números en la propia institución. Debemos también señalar que en la ULA la Prensa Universitaria no
ha tenido la misma suerte que las Revistas, Boletines y Anuarios, pues no ha
sido una preocupación de la institución como tal, sino de su aparición y
desaparición en períodos rectorales concretos. No ha existido una política
rigurosa al respecto, si se compara con otras Universidades (Por ejemplo la Universidad del Zulia,
la Universidad
Central de Venezuela y la Universidad de
Carabobo) que supieron dar continuidad a sus periódicos independientemente de
las autoridades de turno. En otra ocasión nos referiremos a los periódicos que
existieron en la
Universidad de Los Andes, por cierto, solo a partir de 1956.
El Anuario de la Universidad de Los
Andes (1891-1901). Creado por el Rector Caracciolo Parra y Olmedo
mediante Decreto del 1 de enero de 1889. Fue la primera publicación periódica
de la ULA
orientada a recoger sus hechos pasados y presentes con la finalidad de
reconstruir su historia, recuperar documentos existentes en archivos de la
ciudad, estimular el trabajo de “maestros” y demás servidores del instituto,
informar sobre el adelanto de sus alumnos y dar a conocer a la Universidad en el
extranjero. Para el cumplimiento de esos propósitos, aquella autoridad
universitaria emitió un decreto por el cual se comisionaba a algunos
universitarios para registrar la documentación que sobre la institución existía
en diferentes archivos y solicitar su traslado al archivo universitario o la
obtención de la copia certificada correspondiente, para formar en la Secretaría el
expediente de los datos que se recogieran. El Dr. Parra consideró que el Anuario
debía comprender “la marcha del Establecimiento con todos sus pormenores,
publicación de actas de exámenes y premios, grados, nombres de los Académicos
existentes y de los que hayan fallecido, empleados, Biblioteca, edificios y regalos
hechos al Instituto, con expresión del nombre del donante, etc.”. El sentido
histórico del Anuario se evidencia en el hecho de que el Rector
decretaba que el primer tomo se dedicaría a la inclusión de aspectos de la
institución desde su creación hasta 1888, mientras que el segundo y siguientes
comprenderían la marcha del instituto en cada año académico. El Anuario estuvo
también dedicado a presentar información histórica, económica, médica,
agrícola, eclesiástica y jurídica de Mérida y los Andes, para lo cual el Rector
creó el cargo de Cronista de la
Universidad, conferido a Tulio Febres Cordero. La comisión
redactora estuvo integrada por el Vicerrector-Secretario Manuel Trocóniz, el
Dr. Juan Nepomuceno Pagés Monsant y el Br. Tulio Febres Cordero. La edición era
de 200 ejemplares, de los cuales cien eran vendidos por el Administrador a un
precio de seis bolívares para formar un fondo económico institucional; el resto
era obsequiado a los colaboradores. El deseo de un auspicio gubernamental no se
cumplió, por lo que el Rector Parra confrontó diversas dificultades para la
publicación del Anuario, viéndose obligado recurrir a la Presidencia del Estado
Los Andes para la publicación del primer número.
En total fueron 11 tomos, que suman 754 páginas,
algunos ilustrados con fotografías, y editados en diferentes imprentas de
Mérida (el sexto se imprimió en Maracaibo). En los mismos encontramos dos
grandes temas: la
Universidad y Mérida (junto con otras noticias sobre los
Andes y el país), recibiendo –por supuesto– mayor consideración la institución
universitaria. En una apretada síntesis referimos el contenido general de la
publicación: Impresión, venta, distribución y canje del Anuario;
historia de la Universidad;
Rectores, Vice-Rectores, Secretarios, Catedráticos, Decanos, Administradores y
demás empleados; cátedras, clases, exámenes, alumnos, premios, grados;
funcionamiento de Facultades y Escuelas; construcciones y reparaciones en el
edificio; instrumentos, muebles y demás útiles; presupuesto, acreencias, administración;
nombramiento de directores; congresos internacionales; celebraciones de fechas
patrias y honores a personajes; veladas literarias; informes anuales de
actividades del Rector, Memorias al Ministerio de Instrucción Pública y al
Ejecutivo Nacional; comunicaciones con organismos públicos, universidades e
institutos científicos nacionales y extranjeros; leyes de instrucción pública y
reglamento de la universidad; numismática; cargo de Cronista de la Universidad para los
Andes; creación y labor del Observatorio Astronómico, Cronómetro Solar, Jardín
Botánico, Museo de Historia Natural, Oficina de Meteorología, Gabinete de
Física y Biblioteca. En lo que a Mérida y los Andes respecta, el Anuario incluyó
diversos hechos de su historia, estadísticas generales, eclesiásticas y de
comercio, rentas y gastos del Estado, calendarios médicos y agrícolas,
sismología, Colegio de Abogados y Procuradores.
El Anuario
estaba programado para su aparición el 31 de diciembre de cada año. El último
tomo apareció al iniciarse el Rectorado de Pedro de Jesús Godoy, cubriendo el
período de abril de 1900 a
enero de 1901. Con ello se cerró la vida de tan valiosa publicación
universitaria, que no solo circuló en Mérida, sino en el resto de los Andes y
en diversos lugares del país, así como en el extranjero, pues el Dr. Caracciolo
Parra se preocupó por que se distribuyera ampliamente, llegando a tener canje
con 145 universidades, institutos científicos, oficinas públicas y
personalidades de 28 países de los cinco continentes. Sin embargo, para 1951 la ULA no conservaba una
colección completa de la misma, por lo que fue necesario realizar una edición
facsimilar del tomo primero. En la actualidad es difícil encontrar en las
bibliotecas de la institución, en forma conjunta, los once volúmenes del Anuario
de la Universidad
de Los Andes, por lo que se impone hacer una reedición completa, a fin de
que se conozca esta publicación de tanta significación para la historia de la Universidad, de Mérida
y de la gestión rectoral del Dr. Caracciolo Parra; y en ello nos empeñaremos
desde la Cátedra
de Historia de la
Universidad de Los Andes. Para un mayor conocimiento sobre el
contenido y vicisitudes de edición de este Anuario remitimos al
excelente trabajo de P. N. Tablante Garrido: “Periodismo merideño.
Anuario de la Universidad
de Los Andes”, en Boletín del Centro de Historia del Estado Trujillo, 3
(Trujillo, junio de 1964), pp. 54-77; y al capítulo de Eloi Chalbaud Cardona:
“El Anuario de la
Universidad”, en El Rector Heroico. Mérida, Ediciones
del Rectorado, 1965, pp. 293-299.
La Gaceta Universitaria (1904-1944). Fue la publicación periódica de mayor continuidad
por más de cuarenta años, con interrupciones en algunos momentos por razones
económicas para su edición, creada por el Rector Dr. Juan Nepomuceno Pagés Monsant
(904-1908). Tuvo varias épocas, correspondientes a diferentes gestiones
rectorales: Dr. Ramón Parra Picón (1909-1917), Dr. Diego Carbonell (1917-1920), Dr. Gonzalo Bernal (1921-1923 y 1928-1931), Drs. Humberto Ruiz Fonseca y Víctor Manuel
Pérez Perozo (1933-1937). Durante
los rectorados del Dr. Manuel Antonio Pulido Méndez y Humberto Ruiz Fonseca
(1937-1944), Universidad de Los Andes
y Universidad sustituyeron a la Gaceta Universitaria, sin que se cambiara sustancialmente los propósitos de esta
publicación: Divulgar las actividades que se realizaban en la Universidad; la
publicación de documentos de interés institucional y de artículos sobre temas
de carácter científico escritos por universitarios (profesores o alumnos) y por
profesionales de distintas ramas del saber. Por lo general, fueron los rectores
o los vicerrectores los encargados de redactar los editoriales, los trabajos de
carácter histórico referidos a la Universidad de Los Andes y las noticias de
distinta naturaleza, y de seleccionar los textos que serían incluidos en las
diferentes ediciones de la Gaceta Universitaria. Aunque hubo
modificaciones en algunas de sus épocas, cuatro fueron las Secciones, no
siempre conservándose su orden: Editorial, Oficial, Científica y Variedades,
esta última denominada en algunos momentos Crónicas y Variedades.
En su conjunto las
noticias, artículos y documentos incluidos en los números editados constituyen
fuentes importantes para la historia de la Universidad de Los
Andes, tanto del pasado anterior a la Gaceta Universitaria como
para del momento en que fueron registradas en la misma. En su Sección Oficial se refieren particularmente
situaciones por la que atravesaba la institución, mención a las crisis
económicas de la universidad; la relación con los distintos gobiernos
nacionales, regionales y locales; la educación merideña en distintos momentos y
en particular las deficiencia de los alumnos que ingresaban; reproducción de
documentos sobre distintos aspectos de la institución y correspondencias con
otras instituciones de Mérida, Venezuela y del extranjero; el establecimiento
de las conferencias Públicas, de los cursos preparatorios y sobre la inscripción
anual de los cursantes; informes anuales de los Rectores al Ministerio de
Instrucción Pública; circulares a profesores sobre asuntos relacionados con sus
cátedras; acuerdos de duelo por el fallecimiento de catedráticos y otros
personajes de la ciudad; programación general de exámenes finales y
calificaciones; visitas del Rector a las cátedras para evidenciar la marcha de
las mismas; asistencia de los alumnos y su aprovechamiento; solicitudes de
donación de libros para la biblioteca; Reglamento de las Universidades de la República, Reglamento de
la Universidad
de Los Andes, Actas de Sesiones del Consejo Universitario; lista de graduados
de diferentes años; apertura de los cursos y nuevas cátedras, y refacciones del
Edificio y la construcción del propio entre 1934 y 1936. La Sección Científica
por lo general comprendió diferentes aspectos: textos de las Conferencias
Públicas Universitarias; artículos de distintos profesores acerca de áreas del
conocimiento enseñadas en la
Universidad, particularmente referidos al estudio del derecho
o a temas históricos; además de la inserción de artículos de diversos autores
nacionales aparecidos en periódicos y revistas. La Sección Variedades
abarcó aspectos como: Reimpresión en sucesivos números de la Gaceta
en sus distintas épocas la primera: solicitud de colaboraciones económicas para
la solución de algunos problemas de la institución; noticias sobre su
Biblioteca; resultados de los exámenes, indicándose clases, profesores,
cursantes y las distinciones conferidas a algunos de ellos por los jurados
examinadores; e información diversa sobre fallecimiento de personas, asuntos de
la ciudad y actos académicos.
Universidad
de Los Andes y Universidad. Entre 1937 y 1944,
durantelas gestiones rectorales de
Manuel Pulido Méndez y Humberto Ruiz Fonseca, el nombre de la Gaceta Universitaria fue sustituido, sin explicación
alguna, por los de Universidad de Los
Andes y Universidad, con menos
intención de informar acerca de la institución y más para publicar artículos y
noticias de interés general. Sin embargo, esta realidad fue advertida en 1945,
pues la Gaceta fue restablecida durante los rectorados de
Pedro Pineda León y Edgar Loynaz (1945-1947), para desaparecer definitivamente
con sus características iniciales. En junio de ese último año reapareció con un numero que en verdad no le correspondía
(Nº 106), pues la irregularidad con que se había publicado y la falta de
uniformidad de su contenido hacen difícil atribuírselo, ya que no se colocó un
número secuencial en cada una de sus etapas. Es decir, que quien tomó la
decisión sumó los números publicados con el nombre de Gaceta Universitaria,
incluyendo los cinco de las dos revistas antes indicadas, lo que en total
sumaría 107. Mayor incongruencia numérica en una publicación periódica
universitaria no ha podido existir; ello debido a la inconsistencia y ausencia
de criterio, en ciertos momentos, acerca de la importancia que tenía la
continuidad numérica para quienes debían conservarla (las bibliotecas) y para
quienes en el futuro la requiriesen para uso institucional o fines de
investigación. Como hemos dicho, en el último año del rectorado del Dr. Pedro
Pineda León se edita el supuesto Nº 106 (Mérida, junio de 1945), bajo la
responsabilidad del Vicerrector Dr. Leopoldo Garrido, indicándose que se trataba
del Año 41 de la Gaceta
Universitaria, hecho que también es difícil determinar
por las razones señaladas. La Gaceta Universitaria
reaparecerá en la década de los sesenta del siglo XX, muy ocasionalmente, para
registrar particularmente las decisiones administrativas y académicas del
Consejo Universitaria, y ocasionalmente documentos de importancia para la
comunidad universitaria, con ediciones limitadas en número.
Bibliotheca. Boletín Mensual de las
Bibliotecas de la
Universidad de Los Andes (1954-1956). Fundado en 1954 por Miguel Ángel Burelli
Rivas (Director de Cultura y de Bibliotheca, 1954-1955). Culminó su
edición en diciembre de 1956 durante la gestión del Dr. Luis Spinetti Dini
(1955-1956). Se publicaron 16 Boletines, comprendiendo los números 1 al 27, con
aparición mensual y en algunos casos bimensual y trimestral. Los primeros
quince se imprimieron en la editorial El Vigilante y los restantes en los
recién creados Talleres Gráficos de la
ULA (1955). El Jefe de Redacción fue el Dr. Terzo Tariffi,
con participación permanente y significativa de otros universitarios como Pedro
Nicolás Tablante Garrido. Circuló dentro y fuera del país y su edición se
agotaba casi en el mismo momento de la aparición de los distintos números,
hasta el punto de que en la actualidad son escasas las colecciones existentes
en las bibliotecas de la universidad y de la ciudad. Bibliotheca se
organizó con secciones fijas que se alteraban en algunos números y con la
inclusión periódica de artículos que trataban sobre personajes y aspectos de la Universidad de Los
Andes, la cultura, la ciencia y la historia de Mérida o del país y, por
supuesto, de las bibliotecas universitarias y de otras de la ciudad. Dichas
secciones fueron: Editorial, escrito por sus Directores, referido al
boletín o a hechos importantes ocurridos en la ULA; Bibliografía Merideña, relativa a
folletos y libros dedicados a la
Universidad, a Mérida y a otros temas de cultura: ciencias,
historia, literatura, religión, derecho, medicina, folclor, bibliografía,
psicología, geología y geografía; Rincón del Bibliófilo, con referencia
a libros, la impresión, la tipografía, “ex-libris”, periódicos, bibliófilos y
publicaciones diversas; Los Libros Antiguos de la Universidad,
catálogo de los viejos libros heredados de las órdenes religiosas, del
Seminario y de algunos prelados de alta jerarquía; Apuntes para la Historia de Mérida,Escritores
Merideños, Mérida Turística y Folklore Merideño, que
contenían escritos de distintos autores; Voces de Mérida, que daba
cuenta de distintas publicaciones periódicas de la ciudad y de diferentes
libros; Desiderata y Ofertas, al servicio de bibliófilos para la compra
y venta de libros; Enfoques, que incluyó la traducción de “un curioso
tratado de medicina de la
Edad Media”; Vida de Nuestras Bibliotecas, en la que
se suministraba noticias de nómina del personal, datos estadísticos, libros,
revistas y folletos recibidos mensualmente tanto de la Biblioteca Central
como las de las distintas Facultades, así como de las donaciones de
publicaciones hechas por nacionales y extranjeros; Reimpresiones, con
artículos, discursos y folletos particularmente referidos a la historia de la Universidad de Los
Andes; Notas Bibliográficas, que reseñaba bibliografía reciente; y Correo,
que incluía cables y cartas de los lectores. Secciones que se acompañaban con
noticias breves sobre la institución y con un número considerable de citas y
pensamientos referidos a los libros y a las bibliotecas; así como del listado
de publicaciones de la
Dirección de Cultura e imágenes de Mérida y la Universidad.
Se advierte en la
revisión de los números publicados de Bibliotheca la participación
activa de Pedro Nicolás Tablante Garrido y Terzo Tariffi. Ambos eran
responsables de algunas secciones y publicaron trabajos relacionados con los
libros y su impresión, y con hechos y personajes de carácter histórico. La
calidad de Bibliotheca se evidencia por la cantidad y calidad de los
autores que colaboraron con trabajos (setenta y uno en total) y de los que fueron
incluidos con reimpresiones. En lo que a la historia de la Universidad de Los
Andes se refiere, además de las informaciones bibliotecarias, Bibliotheca incluyó
un número importante de artículos que dieron cuenta de hechos institucionales,
autoridades y profesores, libros antiguos, grados, situación de la biblioteca,
publicaciones de la universidad, conmemoraciones y celebraciones, reseña de trabajos
de catedráticos y conferencias. Para quienes deseen ampliar el conocimiento
sobre Bibliotheca remitimos al excelente y minucioso Índice elaborado
por Tablante Garrido (Números 25-27, octubre-diciembre de 1956), en el que
registra el contenido del boletín por autores, secciones y temas. Con este
índice culminó su edición.
Universitas
Emeritensis (1954-1961): Una Revista de Ciencia y Cultura para la Historia de la Universidad de Los
Andes. Tiene un gran significado
para la historia de la
Universidad de Los Andes si se considera que fue una
publicación del período de transición de la dictadura a la democracia en
Venezuela. Ocho fueron los números publicados de Universitas Emeritensis,
de los cuales cinco corresponden al Rectorado del Dr. Joaquín Mármol Luzardo
(1953-1958) y los restantes a la gestión del Dr. Pedro Rincón Gutiérrez
(1958-1961). Ejercieron, la dirección de la revista Miguel Ángel Burelli Rivas
(1954-1955), Luis Spinetti Dini (1956-1957) y César Rengifo (1959-1961). Se
editaba anualmente en los Talleres Gráficos, con un tiraje en sus primeros
cinco números de mil ejemplares, que se duplicó a partir del seis. Siendo una
revista de carácter general, abarcó distintas áreas del conocimiento y diversos
aspectos del funcionamiento de la
ULA. Hasta el número cinco comprendió dos partes: una que
incluía temas de ciencia, medicina, botánica, geología, mineralogía,
ingeniería, hidrología, historia, cultura, literatura, derecho, filosofía,
educación, psicología, economía, historia, geografía y arte; y otra referida a
la vida institucional: síntesis de la actuación universitaria, acuerdos de
creación de dependencias, actividades de organismos, títulos conferidos,
autoridades, inscripciones y publicaciones. Ambas partes eran complementadas
con reseñas de libros de distinta naturaleza editados particularmente en el
extranjero. A partir del número seis la revista parcialmente cambió de
orientación, con menor insistencia en temas de las ciencias naturales, y sus
secciones fueron las siguientes: Problemática Cultural, Educación, Temas de
Economía, Dimensión del Espíritu, Hombre y Ciencia, Por la Vida de los Libros, Acción
Universitaria y Publicaciones del Departamento de Extensión Cultural. Los dos
últimos números insistieron en temas educativos y sobre la Universidad en
particular. Los autores, en su mayoría, fueron profesores de la institución,
aunque se incluyeron trabajos de otros venezolanos o extranjeros y
ocasionalmente monografías de estudiantes. En pocos números se reproducen
trabajos aparecidos en otras publicaciones periódicas o en libros; en algunos
se incluyeron imágenes alusivas a los contenidos de los artículos. Estos fueron
escritos por un número considerable de profesores de la ULA, de otras universidades
del país, así como de intelectuales y escritores venezolanos y extranjeros.
En lo que respecta a la historia de la Universidad de Los
Andes, en Universitas Emeritensis se
publicaron artículos sobre rectores, profesores y eclesiásticos, facultades y
escuelas, los estudios humanísticos, médicos y del Seminario, trujillanos en la ULA, autonomía y reforma
universitaria, estudiantes, plan para la organización vocacional y profesional
de la Universidad,
estudiantes, cupos, admisión y grados, discursos conmemorativos, inauguración
del nuevo Edificio Central en 1956. En algunos números se insertaron imágenes
de espacios y personajes de la
ULA. Llama la atención el hecho de que, a pesar de la
preocupación de César Rengifo por mantener y desarrollar la revista Universitas
Emeritensis y la estimación que se le tenía dentro de la institución, las
autoridades universitarias dejaron de publicarla en 1961. La aparición en 1968
de Actual vendría a llenar el vacío dejado por aquella importante
publicación universitaria, aunque ahora ésta orientada particularmente a temas
de la cultura, sin preocupación alguna en incluir información acerca de las
actividades de enseñanza, investigación y extensión de la Universidad de Los
Andes. Para más detalles sobre esta revista véase el excelente trabajo de
Manuel Hernández: Índice General de Universitas Emeritensis (Mérida,
Centro de Investigaciones Literarias/ Facultad de Humanidades y Educación,
1971). Además de los citados trabajos sobre esas publicaciones periódicas de la ULA, remitimos a nuestro libro
Crónicas de Historia Universitaria.
Rescate de una memoria histórica extraviada y desconocida de la Universidad de Los
Andes (Mérida, Universidad de Los Andes / Consejo de Publicaciones / Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico
y Tecnológico, 2008), en el que exponemos con mayores detalles los propósitos y
las características del Anuario, la
Gaceta, el Boletín y la Revista que hemos reseñado en esta Crónica.