Mérida, Septiembre Sábado 07, 2024, 04:41 pm
Prensa
OVV Mérida
En una casa de la urbanización
Las Tapias -y por causas que aún se desconocen- un arquitecto de 52 años
decidió terminar con su vida, la mañana del domingo 21 de julio. Dos días
antes, el viernes 19, otro hombre de 56 años, habitante de la comunidad de
Campo de Oro, intentó lanzarse de uno de los principales puentes que permiten a
los merideños vencer el profundo cauce de las aguas del río Albarregas. Aunque
era de noche, algunos transeúntes lograron ver al autoagresor en potencia y,
junto a efectivos de seguridad, evitaron un desenlace fatal.
Aunque la muerte por suicidio
figura claramente como la máxima expresión de la violencia autoinfligida, para
los investigadores del Observatorio Venezolano de Violencia en Mérida (OVV
Mérida) sería hasta cierto punto irresponsable, desde el punto de vista de las
acciones de salud, minimizar el peso que tienen los intentos de suicidio. Para
decirlo en palabras llanas, los intentos podrían ser el probable anticipo de
cierto número de muertes por lesiones autoinfligidas que, como sociedad,
tendríamos que encarar en un futuro cercano. Por lo tanto, si baja la cifra de
estas muertes y aumenta la de intentos, de igual modo se debe mantener en lo
más alto las banderas de la prevención.
La anterior reflexión surge de
la realidad que ilustran las estadísticas de violencia autoinfligida para el
estado Mérida, específicamente en el período de cuatro años y medio que va del
2020 a julio de 2024.
Durante ese rango temporal, el
OVV Mérida acudió a las diferentes fuentes que el equipo de investigación suele
emplear para sustentar buena parte de los estudios que ha desarrollado
vinculados al suicidio en esta entidad andina: el monitoreo de las notas que
publican los medios de comunicación regionales y los datos, observaciones y
puntos de vista de un conjunto de informantes clave. Otras fuentes las
constituyen las cifras oficiales públicas y no públicas, y otros documentos
tanto nacionales como internacionales.
Bajada
discreta, aumento preocupante
Entre 2020 y 2023, el OVV
Mérida detectó en esta entidad andina un incremento durante 2020-2022 de las
reseñas en los medios y por los informantes clave de casos de presuntas muertes
por suicidio, para luego caer un poco hacia 2023, de esta manera se reportaron:
18 (2020), 45 (2021), 55 (2022) y 53 (2023). Por otro lado, los intentos
reportados tendieron a caer entre 2020-2022, específicamente 22 (2020), 17
(2021), 12 (2022) hasta llegar al año 2023 a un ascenso alarmante de 33 casos,
es decir casi tres veces la cifra de 2022.
Las estadísticas más recientes
recabadas por los investigadores, indican que el número de casos de muertes por
suicidio reflejados en los medios y por lo informantes sigue tendiendo a la
caída, ya que entre enero y julio del presente año 2024 se han registrado 28
casos (en promedio 4 al mes), lo que pronostica que, de seguir en esta
tendencia, a final de año se tendrían cerca de 48 hechos registrados.
Pero con los intentos se
presenta un caso diametralmente opuesto: aunque entre enero-julio de 2024
también se han registrado 28 casos (en promedio 4 al mes), de continuar esta
tendencia, al igual que en los suicidios, a final de año podrían contabilizarse
alrededor de 48 hechos de este tipo, con el agravante en este particular que la
cifra rebasaría ampliamente los 33 casos del año 2023 y cuadruplicaría los 12
casos de 2022.
Lo
que advierten los intentos
En conjunto, sumando los casos
de suicidio más los de intento, se tiene que: en 2020 se reportaron 40 hechos
en total, 62 en 2021, 67 en 2022, 86 en 2023, y, entre enero-julio del presente
año se tendrían 56, lo que se traduciría a final de 2024 de seguir esta
propensión, en al menos unos 96 hechos de violencia autoinfligida. Según el informe,
“es clara la tendencia al aumento” si se suman ambas formas de violencia
autoinfligida.
“Si bien es cierto la primera
situación reflejada pareciera ser una buena noticia (es decir, el descenso en
el número de casos de suicidios reseñados por los medios e informantes), los
intentos son motivo de gran preocupación por varias razones advertidas por los
organismos de salud internacional y reveladas en varios estudios”, advirtió el
OVV Mérida.
Al respecto, el estudio
presentado por los investigadores aclara que una de las razones que justifica
la preocupación por los intentos de suicidio es que la Organización Mundial de
la Salud (OMS) indica que por cada persona adulta que se suicida, al menos
otras 20 intentan suicidarse. “Esto permite decir que es muy probable que estén
aconteciendo muchos más casos de intento de los que se logran documentar”,
precisa el OVV Mérida.
La segunda razón es que, por
distintos motivos, ni los medios de comunicación ni los informantes clave
suelen conocer, manejar o enterarse de todos los casos de suicidios o de sus
intentos fallidos. “Estas fuentes exponen de forma limitada los hechos, lo que
lleva a presumir la existencia de un subregistro que es difícil cuantificar”,
advierte el estudio del OVV, documento en el que se recalca que estas fuentes
indirectas no son las naturales para estudiar la violencia autoinfligida; sin
embargo, en ausencia de cifras oficiales públicas actualizadas y completas, se
recurre a éstas para aproximarse a unos datos relativamente sólidos.
Un tercer aspecto que
justifica una renovada atención a los intentos es que tal proceder forma parte
de la extensa lista de diferentes factores de riesgo que están asociados a
conductas suicidas.
Según la OMS, lo más
significativo es que un intento previo de suicidio es la principal variable
predictiva individual de muerte por suicidio en la población en general. Lo
anterior quiere decir que quienes ya hayan intentado el suicidio corren un
riesgo mucho mayor de morir por esta causa, que quienes no lo hayan intentado
antes.
En otras palabras, tomando en
consideración las explicaciones de la OMS, si no existe ningún tipo de apoyo e
intervención en ese conjunto de personas que en Mérida han intentado suicidarse
en lo que va de año, esto podría traducirse, lamentablemente, en un tiempo
dado, en la consumación de probables suicidios.
Mujeres
y jóvenes en ascenso
Sobre los casos de suicidios
revisados en el estudio 2020 a julio de 2024, el OVV Mérida destaca que -en
cuanto al sexo de las personas involucradas- de los casos conocidos por la
sociedad a través de los medios e informantes, como es costumbre, los hombres
tienden a presentar los mayores valores. En Mérida, durante 2020-2023, el sexo
masculino fluctuó entre 79 y 86% (y las mujeres 14-21%) sobre el total de
suicidios documentados. Sin embargo, llama la atención que entre enero-julio de
2024, el valor de los hombres disminuyó a 57,1% subiendo de forma importante el
de las mujeres a 42,9%.
Otro dato inquietante se
esconde en la variable edad: la cifra de niños y jóvenes que se quitan la vida
en el estado Mérida va en aumento desde 2020 y la proyección 2024 mantiene esa
tendencia.
En efecto, los niños/niñas (0
a 11 años), adolescentes (12 a 17 años) y jóvenes (18 a 24 años) merideños,
paulatinamente vienen tomando mayor cuantía dentro del número total de casos
conocidos. En 2020 en conjunto concentraron 4 casos, 8 en 2021, 9 en 2022 y 15
en 2023. Durante enero-julio 2024, en Mérida el OVV ha registrado 11 casos,
tendencia que, si se mantiene, llevaría a cerrar el año probablemente con más
de 18 suicidios en estos grupos etarios vulnerables, continuando la propensión
de ascenso detectada desde 2020.
Cifras
oficiales, no públicas
Las estadísticas oficiales no
públicas más recientes conocidas en el estado Mérida (2019-2021 y 2023),
provienen de Corposalud Mérida, ente según el cual en la entidad se presentaron
61 casos de muerte por suicidio comprobadas en 2019, 30 (2020), 11 (2021) y 32
(2023). Los investigadores advierten que “la base de datos del 2021 y 2023 se
encuentran muy incompletas en sus registros y surgen algunas dudas -aunque en
menor medida- en el mismo sentido con el 2020, mientras que al año 2022 no se
tuvo acceso”.
A la anterior aclaratoria, el
OVV suma otra: “cuando en las cifras oficiales no públicas se revisa la
categoría de Muertes de Intención No Determinada (MIND), en la que suelen
quedar ‘ocultos’ casos de presuntos suicidios, se obtiene que en 2019 las MIND
resultaron ser 133 casos, mientras que en 2020 se registraron 127, y, en 2021
sólo 25. Para el año 2023 no se contó con ese dato para corregir el número de
casos”.
Apelando a procedimientos
matemáticos de corrección, el OVV Mérida logró estimar que, en los años 2019 y
2020 -que son los más completos en cifras- el número de casos probables que
ocurrieron en Mérida resultaron ser de 118 y 76, respectivamente. Por otro
lado, tomando en cuenta otras cifras oficiales no públicas, provenientes de
expedientes policiales, y aplicando modelos estadísticos ARIMA de mejor ajuste
a la serie de datos disponible, para los años 2021-2023, se estima que en
Mérida ocurrieron unos 171 casos de suicidios en 2021, 142 en 2022 y 146 en
2023. “Estos números probablemente se aproximen más a la realidad imperante en
la entidad”, subrayan los investigadores.
En definitiva, el OVV Mérida
estima que para los años donde se cuentan con datos más completos, los cálculos
muestran que es muy probable que en esta entidad andina anualmente hayan
ocurrido más de 100 casos de muertes por suicidio. En el caso de los intentos
no resultó posible su estimación por cifras oficiales no públicas, puesto que
las instituciones aludidas no registran este tipo de casos. / CNP: 8965 / AS /
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