Cámaras de compensación en Latinoamérica por Alberto José Hurtado
ALBERTO JOSÉ HURTADO
Los sistemas de compensación y crédito representan una rama de los
arreglos internacionales de pagos que implica un acuerdo entre países
para compensar alguno o todos los pagos originados por el intercambio
comercial y movilizar un segmento del saldo en balanza de pagos de las
economías participantes. Latinoamérica es una de las pocas regiones que
ha logrado poner en práctica sistemas de pago de forma exitosa, como
mecanismos para impulsar los niveles de comercio intrarregional y
corregir la vulnerabilidad externa de las economías.
Creadas
en un contexto en el que grupos de países pretendían alcanzar las
bondades del libre comercio sin la necesidad de utilizar sólo divisas,
las cámaras de compensación se plantearon como una estrategia para
formalizar la cooperación multilateral entre bancos centrales, una etapa
inicial para lograr la sucesiva integración financiera y monetaria
(Wexell, 2011). Representan esquemas para promover el ahorro de divisas
en el intercambio recíproco, además de brindar a los países la
oportunidad de solventar sus problemas de liquidez sin necesidad de
recurrir a la aplicación de políticas económicas restrictivas que
dificulten los procesos de integración.
Entre
sus principales características están: 1) multilateralización de
créditos bilaterales, dependiendo de la estructura de comercio y la
movilidad de capital dentro del grupo de países integrados, la cámara de
compensación busca que una proporción grande de las transacciones
totales entre países pueda ser compensada multilateralmente; 2) crédito
de balanza de pagos, mediante acuerdos de crédito y compensación que
permitan a los países dar respuesta a sus problemas con la balanza de
pago; 3) uniones de pagos y barreras monetarias al comercio, con la
intención de impulsar el comercio entre los países integrados cuando
estos recurren al racionamiento de divisas para enfrentar sus
desequilibrios; y 4) creación de instrumentos contables de unidad cuenta
y medio de pago limitado, que permiten la valoración de los pagos a
través de una medida común y el traspaso de fondos sólo entre los
agentes participantes del acuerdo, lo que constituye un paso inicial
para profundizar la integración.
A principios
de la década de 1960 se ponen en práctica los primeros mecanismos de
compensación y crédito en América Latina, destacando la Cámara de
Compensación Centroamericana (1961), inicialmente propuesto por el
Mercado Común Centroamericano; seguido por el Sistema de Pagos de la
ALADI (1965), utilizado por los países miembros de la Asociación
Latinoamericana de Integración; el Sistema Compensatorio Multilateral de
Pagos del Caribe (1977), mecanismo de la comunidad de estados
caribeños; el Fondo Latinoamericano de Reservas y el Peso Andino (1991);
el Sistema Unitario de Compensación Regional de Pagos (2008); y el
Sistema de Pagos en Moneda Local (2008), iniciativa de las autoridades
monetarias de Argentina y Brasil.
Ante la
realidad económica y política de la región, solo cuatro de estas
iniciativas permanecen activas. Mientras que continúa la necesidad de
mitigar los problemas de balanza de pago, aumentar el comercio y las
inversiones, reducir la volatilidad externa de las economías, minimizar
los costos de las transacciones y eliminar la dependencia de monedas
extranjeras. Los resultados hasta ahora obtenidos dan cuenta de que la
inflexibilidad de estos esquemas de pago, cuando el contexto
macroeconómico describe escasez de divisas, limita el comercio entre las
economías que participan de la integración, por lo tanto, no se
corrigen los problemas de balanza de pago y se acrecienta la
vulnerabilidad externa.