Mérida, Noviembre Lunes 04, 2024, 04:00 am
Orlando Oberto Urbina
bajarigua@gmail.com
A
Manuel Isidro Molina Peñaloza (hijo)
A la memoria de Gustavo Molina
Fue un hombre que marcó
huella, y dejó un legado de enseñanza en varias generaciones de periodistas.
Este ilustre maestro emprendió desde muy joven la tarea de autoformarse, lo que
le valió la oportunidad de convertirse en un destacado maestro. Quedó huérfano
de madre al nacer, y fue criado por su padre Ángel Molina. Desde muy chico
aprendió el oficio de tipógrafo e impresor en aquellos tiempos de dictadura (de
Gómez) que azotaba a Venezuela.
Este ilustre maestro
del periodismo fue enjuiciado en 1939 junto a otros de sus compañeros, como
Miguel Rodríguez Rivas, por un par de artículos de opinión contra el gobierno
regional de Trujillo para esa época, los cuales fueron publicados en el
Semanario “En Marcha”, y también en 1936
en “el Correo del Interior”. Para aquel momento de su residencia en Valera,
este gran maestro se convirtió en aquel periodista que asumía la defensa de los
oprimidos al llamar las cosas por su
nombre, destacando así su formidable actividad junto a otros hombres como
Armando Guerrero Matheus, Miguel Rodríguez Rivas, y Hernán Rosales, quienes
entendieron la gran responsabilidad del periodismo en los andes.
Muchos de ellos
sufrieron persecuciones, palizas, y otros como Manuel Isidro Molina Gavidia y
Miguel Rodríguez Rivas, fueron sometidos a juicio penal. Sin embargo, era
inevitable la calidad del oficio de ambos. Una muestra de ello está en el nro.
21 de “El Correo del Interior” del 19 de mayo de 1934, cuando Rodríguez Rivas
agradece a Manuel Isidro Molina Gavidia la entrega de un ejemplar del Quijote
para su revisión y lectura.
Manuel Isidro padre nació
en Valera el 10 de diciembre de 1915, en el estado Trujillo. Se inició en el
mundo del periodismo con los semanarios “Marcha” en 1937, “Crisol” en 1941, en “Cocoliso”,
así como en otros periódicos culturales y humorísticos de ideas avanzadas que
van a ser medios de protesta antigubernamental. Por consiguiente, fue un
periodista que le toco vivir las épocas duras propiciadas por los tiempos de
dictadores, tanto los tiempos de Gómez como los del general Marcos Pérez Jiménez.
El maestro Manuel Isidro ejerció el periodismo en Trujillo, su tierra natal en
los años 30. Desde muy joven sufrió cárcel y persecuciones que de forma constante
vivía por parte de los esbirros de la Seguridad Nacional (SN).
El maestro nos dejó sus
enseñanzas en cuanto al esfuerzo de estudiar, y con grandes sacrificios ingresa
a la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela
(UCV), de la cual egresó como periodista y se incorporó a la docencia. En esta
casa de estudios va a ejercer la investigación en cuanto al periodismo
científico: se ganó el aprecio y respeto de sus colegas, y pasó a ser elegido
presidente del Círculo de Periodismo Científico (CPCV); luego fue directivo de
la Asociación Venezolana de Periodistas (AVP); fue director del Instituto de
Previsión Social del Periodista (IPSP), y en 1969, es galardonado con el premio
nacional de periodismo de investigación.
Tuve el honor de
compartir con Manuel Isidro Molina Gavidia en Mérida, para ser parte del
Tribunal Disciplinario del Colegio Nacional de Periodistas (CNP) seccional
Mérida. Era un hombre muy humilde, como todo sabio que sabe enseñar sin
mezquindades. En esa época conocí a través del maestro Manuel Isidro a Salvador
Perdomo, otro meritorio hombre del periodismo venezolano, quien se había venido
a vivir a Mérida, que tanto ha dado una historia brillante del periodismo de provincia.
En aquellas épocas tuvimos muchos periódicos, y nunca había faltado el papel para
las empresas periodísticas. Nunca había quedado tan desinformada una sociedad
como la actual, con tanta opacidad informativa. Sin embargo, gracias a aquellos
grandes maestros del periodismo, podemos evaluar todo ese aprendizaje que nos
legaron.
Para este 10 de
diciembre se conmemoran 109 años de su natalicio, la de un ser autodidacta,
tipógrafo e impresor. Maestro de grandes hombres: Pepe Barroeta, Adriano
González León, Francisco Prada, entre otros. También fue militante del Partido
Comunista de Venezuela (PCV). Este maestro llegó a ser director de la escuela de
Comunicación Social de la UCV; contrajo matrimonio con la Sra. Maura Peñaloza
de Molina.
Nuestro gran Maestro
Manuel Isidro Molina Gavidia falleció el 14 de Julio de 1998. Había sido un luchador
y gremialista de la AVP (la Asociación Venezolana de Periodistas), del
Sindicato Nacional de la Prensa (SNTP), del Colegio Nacional de Periodistas
(CNP) y del Círculo de Periodismo Científico de Venezuela (CPCV).
En 1969 se hizo merecedor del Premio Nacional de Periodismo,
Mención Investigación. Recuerdo muy bien uno de sus grandes inventos para el
ejercicio periodístico: el molinómetro, ese instrumento que podía medir todas
las variables de la diagramación, también llamado monómetro, que se utilizaba
para medir centimetraje por columna, y facilitaba el trabajo a los diseñadores
y a los periodistas.
Señalaba la importancia
del periódico en la región porque Manuel Isidro Molina Gavidia decía: “Un
diario juega en la vida de una comunidad un papel comparable al desempeñado por
una gran escuela, un teatro, una gran fábrica, etc. La aspiración es
alcanzable”. Porque estaba bien claro para el maestro Manuel Isidro que la
verdadera opinión pública está muy bien representada en un medio impreso, ya
que esa noble finalidad de seguro guardián de la moral y de la vida recta de
los ciudadanos.
Este ilustre maestro de
maestros nos hizo ver que el periodismo va más allá de las acostumbradas
noticias. El periodismo es compromiso de comunidades y asumir el verdadero
papel que debe tener un periodista como orientador de una sociedad. Vaya este
sencillo tributo de justiciera evocación a un gran periodista que nos dejó como
baluarte un periodismo combativo, honesto y sincero.