Mérida, Septiembre Martes 16, 2025, 03:06 pm
Es una frase que escuchamos por todas partes:
"dejé los carbohidratos". En la búsqueda por una alimentación más
saludable, estos nutrientes han sido injustamente etiquetados como el enemigo
público número uno. Pero, ¿es esta afirmación realmente cierta? La verdad es
que la respuesta es no. El problema no son los carbohidratos, sino cuáles
elegimos comer.
La gran diferencia: ¿Complejos o simples?
La clave para entender los carbohidratos no
está en eliminarlos, sino en aprender a diferenciarlos. Piensa en ellos como
dos grupos muy distintos.
Los carbohidratos complejos
(los buenos): Imagina que son como una
pila de leña que quema lentamente. Están hechos de largas cadenas de moléculas
de azúcar que el cuerpo tarda en descomponer, lo que te da energía de forma
lenta y constante. Además, vienen acompañados de fibra, vitaminas y minerales
que tu cuerpo necesita para funcionar de maravilla. ¿Dónde los encuentras? En
alimentos que vienen directo de la naturaleza:
Los carbohidratos simples
(los malos): Estos son como encender un pedazo
de papel; queman rápido y se apagan de golpe. El cuerpo los absorbe casi de
inmediato, causando un pico de azúcar en la sangre seguido de una caída brusca.
Esto te hace sentir cansancio y te da más antojos. El verdadero problema es que
estos carbohidratos son la base de los alimentos ultraprocesados.
¿Dónde se esconden?
Un cambio de chip
En lugar de decir "dejé los
carbohidratos", una frase más precisa y útil sería: "Estoy
evitando los carbohidratos simples y ultraprocesados".
Este pequeño cambio de palabras hace una gran
diferencia. Te permite disfrutar de fuentes de energía nutritivas como la avena
y las lentejas sin sentir culpa. Al centrarte en la calidad de los
carbohidratos, no solo le das a tu cuerpo el combustible que necesita para
funcionar bien, sino que también evitas los productos que perjudican tu salud a
largo plazo.
En resumen, los carbohidratos no son el
enemigo. El verdadero problema es la industria alimentaria que ha creado
productos ultraprocesados llenos de azúcares y harinas refinadas. La clave está
en educarse, leer las etiquetas y regresar a lo básico: alimentos integrales,
naturales y ricos en nutrientes que, como ves, también son carbohidratos.
Nair Dávila Rivas. MSc
Nutricionista. Mentora Transformacional
Terapeuta Holística
+584168744484
@nairdavilarivas