Mérida, Febrero Domingo 09, 2025, 04:38 pm
Cuatro localidades del estado de Baja Sajonia, en el
norte de Alemania, ahora se conectan mediante un tren que obtiene una velocidad
de hasta 140 kilómetros por hora, propulsado por una locomotora que utiliza
hidrógeno como combustible y emite vapor y agua condensada a la atmósfera, en
lugar de dióxido de carbono. Es eléctrico, verde y muy silencioso. De hecho,
los pasajeros de esta gran innovación ferroviaria apenas escuchan ruido
mientras viajan en él: solo el crujir propio de las ruedas sobre los rieles y
un leve gemido del motor, casi imperceptible.
El Coradia iLint, como se llama, es el primero del
mundo y ha sido desarrollado y fabricado por Alstom, gestionado por los
operadores de transporte LNVG (autoridad estatal) y EVB (una compañía privada
alemana).
Estas unidades ofrecen una alternativa “amiga del
medio-ambiente” y eficiente para los trenes diésel que operan en líneas
ferroviarias no electrificadas y constituyen más del 40 por ciento de la red
ferroviaria en Alemania, especialmente en las líneas secundarias.
Desde septiembre operan dos trenes de estas
características en un tramo de 100 kilómetros de red ferroviaria entre las
localidades de Cuxhaven, Bremerhaven, Bremervörde y Buxtehude. A estos se
sumarán 14 vehículos con esta misma tecnología en 2021. De esta forma, se
comenzarán a sustituir los cerca de 120 trenes diésel que terminarán su vida
útil en esa red durante los próximos 30 años.
Las autoridades alemanas han iniciado el reemplazo de los ferrocarriles regionales con motores diésel por estos, libres de emisiones contaminantes. El costo total de esta sustitución será de 95 millones de dólares, algo más de 285.000 millones de pesos.
Nueva era ferroviaria
“El primer tren de células de combustible de
hidrógeno del mundo está listo para su producción en serie, lo que supone una
nueva era en el transporte ferroviario libre de emisiones”, señala Henri
Poupart-Lafarge, presidente y director ejecutivo de Alstom.
Por su parte, Bernd Althusmann, ministro de Economía
y Transporte de Baja Sajonia, asegura que el éxito y la operatividad de esta
tecnología “marcarán el camino para que el transporte ferroviario funcione en
el futuro, respetando en gran medida el clima y libre de emisiones”.
La tecnología central del Coradia iLint es la célula
de combustible de piso bajo, que genera energía eléctrica por medio de una
reacción química en la cual se combinan un combustible (el hidrógeno) con un
agente de combustión (el oxígeno del aire).
Esta célula de combustible propulsa el motor de
tracción durante la aceleración, mientras alimenta las baterías y el equipo
técnico, emitiendo solamente agua y vapor.
Los dos trenes en funcionamiento llenan sus depósitos
con hidrógeno gaseoso bombeado desde un servicio de aprovisionamiento móvil,
compuesto por un contenedor de acero de 40 pies de altura (12,19 metros),
situado junto a las vías en la estación de Bremervörde.
Además, está previsto que en 2021 comience a
funcionar una estación de servicio estacionaria en instalaciones de EVB, cuando
Alstom entregue los otros catorce Coradia iLint a LNVG.
El hidrógeno se almacena en depósitos del techo de
los trenes que, cuando están llenos, permiten que el convoy pueda funcionar en
la red ferroviaria durante todo el día, proporcionándole una autonomía de 1.000
kilómetros.
Al ser consultado sobre cuáles podrían ser las
próximas redes ferroviarias en incorporar a sus servicios los trenes Coradia
iLint, Christopher English, representante de Alstom, con sede en Francia,
señala que hay mucho interés mundial por esta tecnología innovadora; por
ejemplo, del Reino Unido, Canadá, Francia y otros ‘landers’ (estados federados
alemanes).
Según English, Alstom está discutiendo con las
autoridades pertinentes, en cada uno de estos países y estados, las posibles
oportunidades de suministrarles trenes de hidrógeno, “una solución ideal para
llevar la movilidad sostenible a líneas ferroviarias no electrificadas”,
declara.
“También estamos analizando distintas opciones y necesidades técnicas para proponer una solución con tecnología de hidrógeno para el mercado de España, donde el 35 por ciento de las líneas ferroviarias no están electrificadas”, adelanta English.
Electricidad verde
El otro componente clave de este sistema son las
baterías de ion- litio, que almacenan la electricidad que no es necesaria para
la tracción por un sistema secundario, aprovechando la energía cinética del
frenado del tren.
Las baterías acumulan la electricidad que no se usa
de inmediato y la suministran más tarde según sea necesario. Por ejemplo, como
energía de apoyo durante las fases de aceleración larga, lo cual se traduce en
una mejor gestión del consumo de combustible.
“El manejo de
la energía está supervisado de forma inteligente por algoritmos matemáticos que
optimizan el funcionamiento del sistema y el consumo del combustible,
consiguiendo el mismo alcance y rendimiento que los trenes regionales
similares, pero casi sin impacto en el medio ambiente”, según Alstom.
Durante las fases de aceleración, la electricidad de
la célula de combustible se utiliza principalmente para suministrar potencia de
tracción y alimentar los sistemas a bordo (aire acondicionado, puertas,
pantallas informativas e iluminación), y durante las fases de menor aceleración
o inercia, la energía de la pila de combustible recarga la batería, según este
fabricante.
Estos trenes de hidrógeno de Baja Sajonia pueden
trasladar hasta 300 pasajeros, con un rendimiento de aceleración y frenado
comparable al de los diésel, aclaran sus fabricantes.
DANIEL GALILEA
EFE Reportajes
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