El diagnóstico tardío es el
peor enemigo del cáncer de ovario
Este tipo de cáncer se presenta en un tumor cuyos síntomas son
inespecíficos y se pueden confundir con otras patologías, lo que
ocasiona que exista un retraso en el diagnóstico y que la enfermedad se
detecte en avanzado estado y que el pronóstico empeore aún más.
Este
cáncer es el sexto más frecuente y el quinto más mortal entre las
mujeres, diversas organizaciones de todo el mundo han hecho hincapié en
que la concienciación y la visibilidad sigue siendo una de las
asignaturas pendientes. Así lo dice la Asociación de Afectados por
Cáncer de Ovario (Asaco).
Los síntomas del
cáncer de ovario son hinchazón abdominal, frecuente necesidad de orinar,
estreñimiento o diarrea, sensación de plenitud continua o falta de
apetito, según datos de Asaco.
Dolor pélvico o
abdominal persistente, cambios en el hábito intestinal (náuseas o
vómitos), dolor de espalda que empeora progresivamente, cansancio,
sangrado vaginal o alteraciones en el ciclo menstrual son otros síntomas
que menciona la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
En
la mayoría de los casos, cuando las pacientes acuden a los médicos de
Atención Primaria, no sospechan de la posible existencia de un cáncer de
ovario y el diagnóstico más común es el de gases.
Los
indices de supervivencia a cinco años se han cuadruplicado en las
últimas cuatro décadas, pues se ha pasado de un 15% a un 60%, lo que
anima a seguir investigando.
La cirugía por
especialistas y la introducción de fármacos como los platinos, unidas a
un conocimiento más preciso de la biología molecular de estos tumores,
son las razones principales de este progresivo y gran avance.
No
obstante, la supervivencia global ha aumentado solo levemente. De ahí
la recomendación de los expertos para crea programas de diagnóstico
precoz ya que uno de los principales problemas de este cáncer es que se
diagnostica, en más del 75% de los casos, en fases avanzadas.