Al Filo de La Verdad

Caldo de cultivo por Giovanni Cegarra

Observando las últimas concentraciones públicas que se han registrado tanto en Mérida, Ejido, en otras localidades del interior del Estado, no queda otra que pensar que el gentío merideño, perdonen generalice, lo que quieren es morirse, creen aún que esto de la pandemia del coronavirus, es un juego, que ya está pasando, es todo lo contrario, cada día se torna más letal, la prueba de ello, el elevado índice de contagio y fallecidos por su causa, producto de que nadie se cuida ni cuida a los demás, a Dios gracias no decretaron la flexibilidad general, porque el caos sería total.

Mérida, es todo un caldo de cultivo, a la vuelta de la esquina, en cualquier lado y persona. Las cifras de contagiados, sin saber si son realmente ciertas, son más los afectados por el bendito coronavirus, lo dicen todo, las aglomeraciones públicas en las que muchos no usan el tapaboca, no cumplen el distanciamiento social, son la cocina ambulante donde hierve el caldo, ya que no se respetan las normas de bioseguridad.

 Las campañas de prevención sanitaria, puestas en práctica por todos los medios posibles, hasta ahora, no han sido asimiladas por el colectivo merideño venezolano, todos como si nada, los mensajes institucionales, radiales, televisivos, etc., entran por un oído y salen por el otro, en sus efectos, en Mérida, el caldo de cultivo hierve, el contagio es inminente, las autoridades competentes no han sido lo suficientemente estrictas en las medidas de prevención y restricción, el relajo cuarentenal radical flexible es todo un templete popular, menos mal, no se les ocurrió decretar la flexibilidad total, pues nada, reiterativos somos, se cuidan, cuidan a los suyos, a los demás o irremediablemente, se contagian, Dios quieren sobrevivan.