Así lo creo…

LABERINTO POLITICO por Jesús Alberto Barrios R

Tratamos de abordar una situación de emergencia nacional dentro de un laberinto político formado por encrucijadas comunistas para confundir a la población con propuestas elaboradas por el régimen, de modo que Guaidò cayera en una trampa para enredar la situación política. No caímos en  la tentación de un nuevo dialogo que no tenía ni pies ni cabeza, ya habíamos demostrado, a quienes creían que con el régimen se podía hablar y llegar a acuerdos, que eso era imposible. La composición política del régimen hecha de manera  oportunista es un embrollo, siempre los acuerdos y decisiones tienen que leerse al derecho y al revés para no caer en la trampa comunistoide; además de otras marañas, para seguir adelante conversando más que dialogando políticamente, para ganar tiempo. Se trata de abordar una emergencia nacional echando mano de la sutileza y del ingenio mediante una política laboriosa, o que revele una salida inmediata del laberinto donde nos estancamos. El régimen es insostenible y la tragedia es tan grande, que el mundo entero entiende que aquí hay una dictadura de hambre, indigencia y muerte. De allí la importancia de preparar de inmediato las condiciones para unas elecciones libres, justas y abiertas. Es fundamental que las Fuerzas Armadas garanticen el proceso de negociación para el cambio político. La visita de Juan Guaidó a diferentes países, ayudó mucho para desnudar la manifiesta tragedia de Venezuela, la persecución política, la tortura y el embarazoso deterioro humanitario. El mundo, la ONU, la OEA y otras instituciones, conciben igualmente, que no son acusaciones carentes de objetividad, sino que aquí hay dictadura y evidencias de angustias, malestar y fuerzas de represión. Esta situación requiere de un cambio de rumbo, con un propósito sereno y unitario respetando la pluralidad de enfoques políticos y tareas específicas para la acción. El mundo democrático siente la fatiga del comunismo, sabe que el país con Maduro es ingobernable, es un laberinto político. La única negociación que se ve en el camino es la convocatoria a elecciones abiertas, con un nuevo CNE, un REP revisado y limpio de fallecidos y doble o triple cedulados, y reforzar el liderazgo de Juan Guaidó. Se trata entonces, de la reforma del Estado, de los partidos políticos, de reclamar una  nueva democracia para una nueva realidad. En tiempos difíciles se requieren soluciones oportunas. Salir del régimen para ser consecuentes con el decir y el hacer, con un nuevo reto electoral. La audacia y la esperanza evitan la confusión en el presente laberinto político.

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