Mérida, Abril Jueves 18, 2024, 05:11 am
Los anticuerpos que se generan como respuesta frente a la infección por
el SARS-CoV-2 perduran entre los seis y los doce meses después del
contagio, protegen contra las diferentes variantes que circulan e
incluso se potencian con las vacunas.
Lo
ha comprobado un equipo internacional de científicos liderado por el
estadounidense Michel Nussenzweig, jefe del Laboratorio de Inmunología
Molecular de la Universidad Rockefeller e investigador del Instituto
Médico Howard Hughes, y los resultados aparecen hoy publicados en la
revista "Nature".
Los investigadores han comprobado que los
anticuerpos continúan evolucionando durante un periodo de 6 a 12 meses y
que se potencian cuando la persona que sufrió la infección recibe la
vacuna, por lo que han concluido que la inmunidad frente al Covid-19
podría ser duradera, reseñó EFE.
Michel Nussenzweig y sus colegas
analizaron, hasta llegar a esas conclusiones, las muestras de sangre de
63 personas que se habían recuperado del Covid-19 en el año anterior.
De
ellas, 26 habían recibido ya al menos una dosis de las vacunas de
Moderna o de Pfizer-BioNTech, y comprobaron que entre los 6 y los 12
meses después la gama de anticuerpos producidos había aumentado tanto en
alcance como en potencia.
Posteriormente, cuando los individuos
fueron vacunados, pasaron a producir anticuerpos «altamente eficaces»
contra las diferentes variantes que circulan ya del SARS-CoV-2.
Un
año después de la infección, la actividad neutralizadora contra todas
las formas del virus incluidas en este estudio era menor entre las
personas que no habían sido vacunadas que en las que sí lo habían sido.
Esto,
según los resultados de la investigación, sugiere que la vacunación
aumenta la inmunidad en quienes ya han padecido la enfermedad.
Los
investigadores han apuntado además que si las células evolucionan de
una manera similar en las personas vacunadas que no habían padecido la
enfermedad, una vacuna "de refuerzo" programada de una forma adecuada
podría ser capaz también de generar una inmunidad protectora contra las
variantes del virus que circulan por el mundo.