Aviturismo venezolano, un vuelo hacia el desarrollo sostenible
Aviturismo venezolano, un vuelo hacia el desarrollo sostenible
Venezuela, país megadiverso y hogar de más de 1.426 especies de aves, muchas de ellas endémicas, se está consolidando como un destino mundial de primer orden para la observación de aves (birdwatching). Esta visión no es solo una promesa turística, sino un proyecto de desarrollo sostenible impulsado por la dedicación de especialistas y guías locales.
El potencial venezolano para el aviturismo fue recientemente destacado durante el Primer Congreso Mundial de Aviturismo, celebrado en el estado Mérida. Este evento puso en relieve la riqueza avifaunística de la nación, que se posiciona como un "paraíso para los observadores".
El Impulso de los Especialistas
Expertos venezolanos y guías de naturaleza, entre los que se destacan figuras como Lermis Torres, Ramón Molina, Ángel Silva y Fabián Casadiego, son parte de la vanguardia que está diseñando la hoja de ruta para este sector.
La visión compartida por estos especialistas se enfoca en tres pilares fundamentales Conservación como Prioridad: El aviturismo es intrínsecamente un vehículo para la sensibilización y educación en torno a la conservación, asegurando la preservación de los hábitats naturales y de especies únicas que solo pueden ser avistadas en el territorio nacional.
Desarrollo Comunitario: El impulso de rutas ecoturísticas en regiones de alta biodiversidad—desde los Andes hasta la Gran Sabana—busca involucrar directamente a las comunidades locales en la prestación de servicios, convirtiendo la observación de aves en un generador de economía local sostenible.
Posicionamiento Global: La actividad es vista como un nicho de mercado con un potencial económico significativo que puede potenciar la economía nacional. La participación en jornadas mundiales como el Global Big Day pone a prueba el potencial del país para ascender en el ranking mundial de avistamiento.
La visión de estos profesionales apuesta por un modelo de turismo ecológico que integre la conservación ambiental con el crecimiento económico regional, haciendo del aviturismo un catalizador para el desarrollo sostenible del país.